Una avioneta Piper PA 28, pilotada por cuatro miembros del aeroclub Leoni Benabú de la Axarquía, se convirtió ayer en la primera aeronave que aterriza en la segunda pista del aeropuerto de Málaga, cuyas obras finalizaron el pasado verano. La nave, que partió de Vélez Málaga, se posó en las instalaciones a las 9.37 minutos, sirviendo, al mismo tiempo, de preludio a la llegada de los primeros pasajes comerciales, que en total ayer fueron 44.

Según informaron fuentes de Aena, tanto el aterrizaje de la avioneta como el del resto de vuelos, forma parte de la última fase de adaptación de los profesionales que se ocuparán de las operaciones de la segunda pista, que, presumiblemente, estará funcionando a pleno rendimiento a partir de julio.

Las instalaciones, que ampliarán su actividad en función de las necesidades del aeródromo, recibieron el pasado 30 de abril el certificado de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), que avala el cumplimiento de la nueva normativa internacional. Con este título, extensivo a todo el campo de vuelo del aeropuerto, lo que incluye también a la pista actual, Málaga se convierte en el tercer recinto del país €junto a Barajas e Ibiza€ que se adelanta a los nuevos requisitos, que serán de obligado cumplimiento a partir de 2016.

La avioneta fue la primera en probar las instalaciones por cortesía del personal del aeropuerto, que quiso que el bautismo extraoficial de la pista correspondiera a una nave de Málaga. Carlos Sedano, vicepresidente del aeroclub y pasajero del vuelo, se mostraba ayer agradecido. «Hay que tener en cuenta que el primer avión que utilizó la otra pista se exhibe en un museo. Es algo emocionante, histórico», dijo.

El vuelo retrasó su entrada en pista alrededor de media hora, en la que se empeñó en giros de 360 grados por encima del aeropuerto. Sedano destacó la fortaleza y seguridad de las instalaciones, que irán progresivamente incorporándose a la rutina del recinto.

A nivel técnico, el certificado de Aesa acredita que, tanto el perímetro de vuelo como sus responsables, están preparados para soportar las operaciones de vuelo. No obstante, la segunda pista, que aún no ha sido inaugurada oficialmente, ajustará su uso a la dinámica de la terminal, que se prepara, como cada año, para el trasiego turístico de la temporada veraniega.

Las instalaciones, en forma de flecha, están situadas junto a la nueva terminal del aeropuerto y ocupan parte de los antiguos terrenos que enlazaban con el río Guadalhorce. Su extensión es de 2.750 metros, a los que se añaden otros trescientos en la cabecera. Además, cuentan con cuatro calles de acceso a pista y seis de salida, lo que aliviará el tráfico en los días de máxima afluencia. La superficie también está provista de una plataforma de estacionamiento con capacidad para 27 aeronaves.

Las obras de la segunda pista, que supusieron un desembolso de alrededor de 370 millones de euros, se iniciaron en agosto de 2007.