Aceras llenas de mesas y sillas, problemas para los peatones, quejas vecinales por ruido y una incesante actividad hostelera que busca resarcirse de la crisis y los problemas ocasionados por la Ley Antitabaco, que desterró a los clientes fumadores del interior de los locales. Este panorama va camino de erradicarse antes del verano. El Ayuntamiento puso en marcha, hace dos semanas, un amplio dispositivo para actuar directamente contra las terrazas infractoras, retirando las mesas y sillas que no están autorizadas.

Las dos primeras intervenciones han sido contundentes en el Centro y en Teatino. Doce establecimientos, que fueron advertidos por escrito una semana antes de la obligatoriedad de cumplir la ordenanza, vieron cómo un fuerte despliegue policial antecedía a un camión de la empresa Duhmer, que se encargaba de retirar aquellas mesas y sillas para las que no tenían autorización.

El primer balance no deja lugar a dudas sobre la contundencia de Vía Pública. Han emitido hasta ahora 30 decretos de advertencia de retirada de terrazas en el Centro y Teatinos. Por ahora han intervenidos en 12 establecimientos, retirando 89 mesas que ocupaban la acera sin estar autorizados, además de 341 sillas y, como dato curioso, dos tresillos y ocho puf en Teatinos.

Sin embargo, los efectos de esta intervención se han dejado ver más allá de los locales afectados. Muchos establecimientos del Centro han empezado a medir sus terrazas y limitar las mesas y sillas que estaban poniendo para ajustarse a la autorización.

Sánchez Pastor, Strachan, Bolsa, el Pasaje Chinitas y plaza del Siglo, en el Centro, la avenida Plutarco o la calle Franz Kafka, en Teatinos, han sido las principales beneficiadas, con aceras liberados de la presión de las terrazas. Pero no serán las únicas. El área de Vía Pública sigue con el ojo puesto en Teatinos, donde se han llegado a detectar terrazas de 70 metros, y en breve empezará en El Palo y Pedregalejo, controlando las infracciones en los paseos marítimos y en Echeverría del Palo.

Proceso

La retirada de sillas y mesas ha sido la culminación de un largo proceso que comenzó hace meses con una batida de la inspección de Vía Pública. Las actas de infracciones levantadas han seguido dos caminos. Por un lado está la vía sancionadora, con 118 expedientes en Gestrisam para tramitar el cobro de multas. Por otro lado está la vía administrativa, con el cobro de las tasas equivalentes al exceso de ocupación y la retirada de sillas y mesas.

Antes de esta medida se visitaron los establecimientos sancionados para pedir su retirada voluntaria y se enviaron los decretos en los que se le concedía un plazo de 15 días para cumplir la ordenanza o se exponían a que actuara el Ayuntamiento.

El camino que queda por delante a los establecimientos es el de la legalización. En las próximas semanas el área de Vía Pública irá convocando, uno a uno, a los empresarios sancionados para estudiar su expediente y «ver si es un problema técnico o agilizar los expedientes de autorización que hayan solicitado y no esté todavía aprobado», comenta el director general de Promoción Empresarial y Vía Pública, Ignacio López, quien insiste en que están a favor de las terrazas, pero que hay que respetar la ordenanza y asegurar la convivencia con vecinos y comerciantes.

Plazos y empleo

Las principales quejas de los empresarios hosteleros afectados se centran en que las autorizaciones tardan mucho en tramitarse y que la retirada de sillas y mesas obliga a recortar empleos. Sobre el primer punto, fuentes de Vía Pública explicaron que la tramitación de una autorización de una terraza no tarda más de un mes, y que en realidad ronda de 10 a 15 días.

Sin embargo, matiza que los locales nuevos «deben tener la licencia de apertura, que con la declaración responsable tarda 24 horas, pero necesitan la calificación ambiental previa de Medio Ambiente y que necesita de 2 a 3 meses de plazo».

Por otro lado, advierte de que el exceso de ocupación estaba afectando también a los comercios, que veían sus escaparates tapados y experimentaban una bajada de sus ventas.