Nueve de la mañana y todavía no se ve ni a la mitad de los que se esperan. A esa hora estaba acordada, en primera convocatoria, el inicio del congreso provincial extraordiario del PSOE para elegir a los 74 delegados que pondrán a José Antonio Griñán como cabeza visible del socialismo regional. Pasa media hora -justo cuando estaba prevista la segunda convocatoria, y aunque ya están casi todos, prefieren quedarse en los pasillos para saludarse y comentar cómo les va.

Otros, en cambio, los responsables primeros de las dos listas que se presentan, parecen algo más nerviosos. O, por lo menos, callados. Ya pasan las diez y el secretario de Organización, Francisco Conejo, ordena a través de la megafonía que todos los compañeros de partido vayan tomando asiento en el coqueto salón de actos del CIO de Mijas.

Tras la constitución de la mesa, presidida por el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Torremolinos, José Ortiz, Rosa Torres, presidenta del PSOE de Andalucía, defiende los cuatro años de gestión de José Antonio Griñán. Aunque no sin algo de tensión.

El expresidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón, toma la palabra para acordarse de las agrupaciones socialistas de Alhaurín El Grande y Ronda (sometidas a una comisión gestora por distintas razones). La intervención del exregidor de Ardales provoca los aplausos de un grupo de diez personas que muestran una pancarta en la que se puede leer «No a la gestora. Asamblea en Alhaurín El Grande».

Rosa Torres vuelve a subir para defenderse de las duras críticas de Pendón, y de nuevo, aplausos, aunque esta vez del resto de la sala. La mayoría, por ende, está con la gestión de Griñán. Pero, seguidamente, llega el momento más deseado: el particular cara a cara entre José Aurelio Aguilar, encarnando la postura más crítica de los socialistas malagueños, y Miguel Ángel Heredia, la que el mismo calificaría poco después como «la lista del partido».

El primero evidencia un desacuerdo «profundo» con la manera del también diputado nacional de llevar la secretaría general provincial mientras que Heredia le recrimina a su adversario que su lista es una «coalición de ambiciones personales». Aplausos, en mayor medida al actual secretario general y Ortiz ordena, pues, el momento de las votaciones.

De nuevo, todos a los pasillos, y en la biblioteca, dos urnas recogen los votos de los 233 delegados que participan en el proceso. Una hora después ya están los resultados. Gann los llamados oficialistas. Sus partidarios no pueden evitar explotar de júbilo al conocer que han mejorado sus resultados con respecto a los últimos comicios similares. Los críticos, en cambio, quedan cariacontecidos. Serios algunos. El 14 de julio, otra vez se verán las caras en el CIO.