No son pocas las campañas de empadronamiento que en la provincia no han cosechado el éxito esperado. Pero no es el caso de municipios tales como Marbella o Fuengirola, donde las cifras hablan por sí mismas en cuanto al análisis de sus iniciativas.

El Ayuntamiento de Marbella, por ejemplo, calcula que desde el año 2010 ha ganado 10.000 habitantes por sus campañas para promover el empadronamiento. De otra forma no estarían ya en las 144.000 personas censadas. «En realidad sabemos que la cifra real está en 220.000, de los que un tercio son de origen extranjero», apunta el edil de Turismo, José Luis Fernández.

Y agrega que no sólo son importante las transferencias estatales o autonómicas: «Es que, además, los servicios están dimensionados con arreglo a la población. Si no están censados, no tendremos el suficiente número de colegios, centros sanitarios, juzgados, policías nacionales o hasta taxis, que también van en arreglo a la población censada. Es un desajuste muy grande que se nota especialmente en verano, cuando la población se triplica».

Fuengirola admite que durante el último ejercicio, también a través de campañas de empadronamiento, se ha ganado una cuota de 2.000 habitantes foráneos. De 17.000 residentes extranjeros a principios del pasado año, se ha pasado a 19.000. En Ronda saben de la importancia de estas iniciativas, pero «para ponerlas en marcha deberían establecerse bonificaciones por parte de otras administraciones no locales».