Unir a las cofradías con un mismo objetivo y elegir a los integrantes de su equipo más cercano son los dos retos más inmediatos que tiene Eduardo Pastor tras ser elegido el miércoles por la noche como nuevo presidente de la Agrupación de Cofradías. Ante sí tiene el objetivo de que la escasa diferencia en votos entre su candidatura y la de Pablo Atencia (con una diferencia de apenas 13 apoyos entre ambos de los 193 emitidos) no se convierta en un obstáculo para la unidad de la entidad. Pastor confía en la responsabilidad de los hermanos mayores y delegados para trabajar juntos «en el proyecto común de la Semana Santa».

Tras cinco meses de campaña muy complicada, finalmente ha obtenido la victoria en una votación muy reñida. ¿Qué sensaciones le ha dejado todo este proceso y el resultado?

La primera sensación es de tranquilidad, porque ha sido un proceso muy largo, coincidiendo con varios compañeros y amigos cofrades que han hecho que la campaña haya sido muy complicada. También me quedo con la imagen fantástica que dio la Agrupación de Cofradías en la noche de la votación, demostrando que fue un proceso libre y celebrado con mucha normalidad. También ayudaron mucho las palabras y gestos de Pablo Atencia para trabajar juntos. No es fácil ganar o perder cuando tienes enfrente a un amigo con el que has compartido tanto.

¿Pensaba que el resultado final -102 a 89 votos- iba a ser tan ajustado?

Es normal que sea ajustado cuando en un proceso democrático se presentan dos personas válidas con grandes apoyos y amigos en situaciones parecidas. Tenía la seguridad de contar con el apoyo de un gran número de cofradías y esperaba entre 100 y 120 votos, aunque al final ha estado más ajustado de lo que esperaba. Esto demuestra que se ha votado en libertad y cada uno ha apoyado lo que consideraba mejor.

¿Cree que esa diferencia tan pequeña puede ser origen de futuras disensiones o que haya cofradías que se autoexcluyan al considerarse en el bando de las perdedoras?

Hoy todos estamos juntos porque tenemos el mismo objetivo, que es mejorar la Agrupación de Cofradías y la Semana Santa, que es nuestro proyecto común. No puede ser que alguien se autoexcluya y si ocurre, mi trabajo será convencerle de lo contrario. Todo será más complicado si no vamos en el mismo barco. Tengo la tranquilidad de que me han llamado muchos hermanos mayores que no me apoyaron, pero que ofrecen su trabajo y colaboración, porque la Agrupación está para todos.

Uno de las primeras decisiones que tendrá que tomar es nombrar a su equipo. ¿Qué plazos se marca?

Será un reto importante componer el equipo, porque es complicado decidir los cargos entre tanta gente válida. Una vez que esté configurada la junta de gobierno, juraremos los cargos y tomaremos posesión, que espero que sea antes de agosto, para que todos comencemos a trabajar el 1 de septiembre.

¿Desde cuándo podrá ejercer como presidente?

Desde hoy. Hay que comunicar oficialmente los resultados al Obispado y luego todo el proceso de jura de cargos para que sea oficial. De todas formas, ya estoy al servicio de las cofradías, de la diócesis y de la ciudad.

Ya en su discurso de agradecimiento apuntó que será difícil contentar a todos con cargos. ¿Puede ser una fuente de conflictos?

La junta de gobierno está formada por todos los hermanos mayores, pero para tener un cargo puedes ser hermano mayor, delegado o un cofrade. Ahora hay que poner nombre y apellido a las tres vicepresidencias, el tesorero, el secretario... Pero no es necesario tener un cargo para trabajar, porque hay muchas personas con grandes capacidades y pocos cargos, por lo que es difícil ponerles nombre, aunque sé que todos aportarán su granito de arena.

¿Cuáles serán las prioridades de su gestión?

En mi programa había varios retos y proyectos para estos años, pero será la junta de gobierno de la Agrupación quien los ordene y decida qué es preferente o importante y qué se debe aplazar. Será la junta de gobierno quien tome la decisión. Además, hay ideas que no estaban en el programa y que serán bien recibidas.

Uno de los aspectos al que dio énfasis fue la posibilidad de plantear una acción social de la Agrupación, una vez que se termine de pagar la parroquia de San José Obrero que se regaló a la diócesis. ¿Será algo similar a ésta o con un enfoque parecido a la Fundación Corinto?

Será similar a la construcción de un templo, con idea de que quede para toda la vida. Cuando se termine de pagar, para lo que queda muy poco, nos sentaremos con el Obispado y veremos el proyecto. La Fundación Corinto es muy importante y mi cofradía está desde los inicios. Ojalá todas las hermandades entren en la fundación y haré todo lo que esté en mi mano.