Cada colegio o instituto goza de autonomía para elaborar sus planes de centro. Para aprobar el diseño curricular y las actividades complementarias que se realizarán a lo largo del curso. El próximo mes de septiembre, los claustros, en primera instancia, y los consejos escolares, de forma definitiva, darán el visto bueno a estas acciones formativas que forman parte de la educación de los escolares, aunque no se impartan en el aula o se lleven a cabo dentro del horario escolar. Sindicatos y profesores piden que las protestas por los recortes aprobados por el Gobierno central y la Junta de Andalucía no se traduzcan en la supresión de actividades que afecten a los alumnos.

Empleados públicos se concentraron de nuevo ayer contra los recortes ante el Edificio Negro. Fue la última concentración programada hasta el momento los lunes en contra de los recortes a los servicios públicos, fundamentalmente en sanidad y educación. Un centenar de delegados sindicales participaron en esta propuesta, según informó José Fernández, secretario provincial de Enseñanza de CCOO en Málaga.

Con la bajada de sueldo ya aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el aumento del IRPF y la nueva bajada salarial, «los profesores han perdido un 20% de su poder adquisitivo en los últimos años», explica Fernández. «Los empleados públicos estamos soportando sobre nuestras espaldas el peso de esta crisis», se lamenta también Teresa Blanca, secretaria general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT Málaga.

«A nuestros gobernantes lo único que se les ocurre para salir de la crisis es bajar el sueldo de los profesores», añade Blanca, que entiende el hartazgo de los docentes e incluso las amenazas vertidas de dejar de organizar excursiones el año que viene.

Desde los sindicatos insisten en que las acciones reivindicativas que se lleven a cabo, y prevén un otoño muy caliente, no mermen, en ningún caso, la calidad de la educación que reciben los alumnos. Por eso piden que no se supriman excursiones o actividades extraescolares que tengan carácter formativo, aunque éstas se desarrollen gracias al trabajo voluntario de los docentes.

Celo profesional. Juan Bueno, presidente de la asociación de directores de colegios de Primaria de Málaga (Asadipre), se muestra también en contra de que los programas de actividades complementarias se vean perjudicados, «aunque una cosa es eso y otra que las familias las exijan como si fueran parte del programa curricular», asegura. En su lugar, además de llevar a cabo manifestaciones, propone evidenciar el descontento de profesorado con iniciativas de corte más burocrático o que afecten al celo profesional de los docentes, es decir, «no llevarnos trabajo a casa».

«Ni corregir exámenes, ni colgar en Séneca las notas fuera del horario lectivo porque el programa se cuelga, o los resultados de las pruebas de diagnóstico», explica. «No es normal que un domingo por la tarde haya 2.000 profesores conectados al Séneca», añade. «Creo que nos va a venir bien a todos, porque la Administración también se va a dar cuenta de todas las carencias a las que nos enfrentamos a diario», asegura.

«La sociedad tiene que darse cuenta de que los profesores dedican muchas horas a su trabajo y no sólo las que corresponden a su horario lectivo. Damos el 200%», añade la dirigente sindical de UGT. De lo que se trataría, por tanto, es de que los docentes den el 100%, pero manteniendo las mismas actividades para no perjudicar a los alumnos.

En algunos centros de la provincia de Málaga, la pasada semana, ya se suspendieron, por ejemplo, las fiestas de fin de curso o actos de graduaciones, que suelen hacerse por la tarde, como medida de protesta.