Napoleón en las pirámides pudo tener una visión parecida, todo un mundo a sus pies.

Los niños de la Escuela Infantil Martiricos, inaugurada en 1930, contemplan en nuestros días, desde un balconcito, la España de tiempos de Primo de Rivera, con el norte de Marruecos formando parte del país. Pero las montañas, ríos, cordilleras y ciudades no han cambiado, y continúan ofreciendo precisas lecciones de Geografía en tres dimensiones.

«Todo el mundo lo llama el colegio del mapa, pero no todos los malagueños lo conocen», explica la leonesa Nieves Luis, directora de la Escuela Infantil Martiricos, junto al puente de Armiñán.

Cuando Nieves Luis llegó con su marido hace 34 años a Málaga, todavía estudiando oposiciones, vivía muy cerca de este centro. «Desde mi ventana veía este colegio y me decía, si algún día estuviese en el colegio del mapa...aprobé las oposiciones en el 84 y este fue mi primer destino y el definitivo, no me lo podía creer», confiesa.

Ahora dirige este colegio con sólo 75 alumnos, un experimento educativo en el que jugó un papel muy importante el gobernador militar y alcalde de los años 20, el general Enrique Cano, que se empeñó en que Málaga tuviera un parque escolar con un mapa en relieve de España.

Recogió el guante el comandante Joaquín Alfarache quien se ofreció para levantar los planos y realizar la obra a cambio únicamente de materiales y un par de auxiliares, los señores Fernández y Pascual. Cinco meses tardó en hacerse la obra, y el comandante Joaquín Alfarache –cuentan las crónicas de la inauguración, en julio de 1927– «hizo por su mano, poniéndose la blusa de trabajo, las cuencas del Ebro».

Y cosa curiosa, reprodujo a la perfección el perfil orográfico del Protectorado Español, «carente de planos seguros y perfectos por su característica zona guerrera», decía la prensa.

Como explica Nieves Luis, el mapa está realizado con cemento y pintura, sobresaliendo sobre el resto los Pirineos y Sierra Nevada. En Andalucía pueden apreciarse además la Serranía de Ronda, Cazorla, Segura, el valle del Guadalquivir, las Alpujarras, las principales ciudades, Gibraltar...

«Cuando venían los colegios de visita nos avisaban unos días antes, abríamos las llaves y por los ríos discurría agua que desembocaba en el mar», recuerda la directora, que precisa que desde hace unos 6 ó 7 años, al estar el viejo sistema atorado, ya no dejan que se llene este estanque geográfico, un mapa vallado al que los niños del colegio sólo acuden cuando hay lección. «Los niños lo respetan mucho y no entran, sólo con actividades».

En 1998 fue restaurado con fondos del Plan Turístico Cultural de Málaga, en el que participaban el Ayuntamiento, la Junta y la administración central, pero como reconoce Nieves Luis, ya necesita otro arreglo urgente. Entre las curiosidades de esta pequeña joya, los accidentes geográficos, que están numerados, para que los alumnos puedan distinguirlos.

En la actualidad, tres profesores están a cargo del que sin duda es uno de los colegios más bonitos de España, con azulejos sevillanos en el porche, antiguas baldosas hidráulicas en algunos despachos y las tres clases dispuestas en semicírculo, como todo el centro, rematado en los dos extremos por sendos módulos con tejado a dos aguas de tejas vidriadas.

El colegio infantil, con servicio de comedor y las comodidades de cualquier centro de este tipo, fue reformado hace unos cinco años para, respetando la estética, eliminar paredes de madera, con lo que ahora es más confortable. Está presidido por una fuente con azulejos y admite a 75 alumnos de 3 a 6 años que luego pasan al colegio de La Roca.

Una joya del patrimonio de Málaga en la que cabe España entera y de la que disfrutan 75 niños y los colegios que acuden cada año a perderse por el mapa.