El arquitecto Rafael Moneo ha afirmado hoy que la actual etapa de crisis económica será para la arquitectura "seguramente más contenida, y esa contención se traducirá también en términos formales y puede que algunos de los excesos de los últimos años desaparezcan de la arquitectura próxima".

"El fin del siglo XX ha dado lugar a una arquitectura víctima también de la misma exuberancia que la vida social en tantas cosas", ha admitido a los periodistas Moneo, que ha intervenido en Málaga en el Foro Joly Andalucía. Esa "exuberancia" ha hecho "muchas veces que la arquitectura haya perdido la obligación que tiene de ser racional" y ha habido muchas "propuestas formales exageradas" porque "en términos relativos se pensaba que no tenía tanto valor esta actitud un poco de despilfarro, de uso no estricto de los materiales".

Sobre el hecho de que se cuestionen públicamente los honorarios de algunos arquitectos, ha señalado que "un documento de proyecto tiene muchas horas de trabajo, y hay una relación entre el trabajo y los honorarios".

"Los grandes estudios de arquitecto hacen que los honorarios profesionales no vayan al responsable del estudio, sino que se comparten", porque esos arquitectos son "responsables de oficinas numerosas", ha subrayado Moneo, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el 2012.

También ha admitido que "en los últimos veinticinco o treinta años" se han construido en España "tantas cosas, como escuelas, centros de salud, museos u hospitales", y hay "tantas construcciones recién hechas, que harán difícil a las jóvenes promociones (de arquitectos) encontrar ese tipo de trabajos".

Sin embargo, "que ese tipo de trabajos estén hechos no es óbice para que queden otras tareas por hacer, a lo mejor no tan vistosas en el sentido más vulgar de la palabra, pero sí que permitan a quien de verdad está interesado en la arquitectura trabajar en ella".

"Habrá más remodelaciones y restauraciones, más interés en cuidar del patrimonio y de la arquitectura ya construida, y más interés en adecentar los ámbitos urbanos, y todo eso seguro que será un campo de trabajo", ha augurado Moneo.

Además, "no hay que pensar que la situación de debilidad en la que nos encontramos vaya a ser eterna, porque los economistas hablan de ciclos, así que la gente que hoy tiene 25 años y una esperanza de vida amplia, seguro que encontrará en su vida un ciclo más favorable que le permita hacer lo que las generaciones a las que pertenecemos hemos hecho en los últimos años".