Más de 150 periodistas de una treintena de medios diferentes seguirán hoy en la Ciudad de la Justicia de Málaga el arranque del juicio a Isabel Pantoja, Julián Muñoz, Mayte Zaldívar y otras siete personas por supuesto blanqueo de capitales. Muchos de los profesionales acreditados trabajan para empresas del corazón: las revistas y las agencias de prensa más cotizadas de este ámbito informativo. Todo el mundo busca la imagen del exregidor y sus exparejas juntos, en el banquillo de los acusados, aunque fuentes judiciales consultadas indicaron que ello podría no producirse por expreso deseo de sus protagonistas, ya que hay diez acusados en dos banquillos.

Pese a no ser el juico más difícil jurídicamente, sí es el más complejo desde el punto de vista organizativo. En el interior del edificio la Guardia Civil y la seguridad privada velarán por que todo marche como la seda; en el exterior un dispositivo especial de la Policía Nacional hará lo propio, tras acotar una zona de seguridad para que entren los acusados. A su lado, los más avezados reporteros gráficos tratarán de arrancar la imagen de la cantante entrando en el edificio de la avenida Fiscal Luis Portero, y los redactores no cejarán en su empeño hasta conseguir una declaración del triángulo protagonista. Ya hay un sindicato que ha preguntado cuánto costará el dispositivo y pedido que lo paguen los acusados si son condenados.

Fuentes de la Audiencia aseguraron que todo está preparado para que discurra con normalidad, y que no se permitirán vítores o ánimos en la sala cuatro, donde se celebra también el caso Malaya. Sólo cincuenta personas podrán seguir en directo el plenario.

El resto de la prensa, entre la que hay un prestigioso semanario alemán más acostumbrado a hablar de la prima de riesgo que de la Pantoja, se ubicará en la sala especial a la que llegarán las imágenes y el sonido convenientemente realizados para su recepción y emisión. Decenas de unidades móviles rodearán el edificio, que volverá a ser, como en septiembre de 2010 cuando arrancó Malaya, el epicentro de la información judicial del país. Muchos reporteros se han apostado ya en distintos hoteles de la capital para captar la imagen de la tonadillera: será la foto mejor pagada.

El subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar, confirmó ayer que el dispositivo garantizará la normalidad en el acceso al edificio, lo que ha sido criticado por sindicatos y calificado de «alfombra rosa». En torno a veinte autobuses de toda España acudirán al palacio de justicia repletos de seguidores de la cantante, que ya se ha comparado con la infanta Cristina para eludir el cargo de blanqueo. Se enfrenta a tres años y medio de cárcel y a una multa de 3,6 millones de euros. Su exnovio, a siete años y medio de prisión y Zaldívar, a otros tres y medio. Comienza el espectáculo.