­La nueva ley de educación que va a cocinar el Gobierno del Partido Popular ya dispone de todos los ingredientes y sólo habrá que encender los fogones para que empiece a cocer. José Ignacio Wert presentará hoy en el Consejo de Ministros las líneas generales de la reforma educativa, para así comenzar en el mes de julio el proceso de debate y reflexión con la comunidad educativa para que pueda ser aprobada probada en otoño. La reforma incrementará el número de horas lectivas en las materias instrumentales y adelantará la edad de elección de currículums.

El Ministerio de Educación pretende reforzar la Lengua, las Matemáticas y los idiomas sobre el resto de asignaturas. La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendo, considera que la amplia oferta de materias y combinaciones de modalidades y asignaturas optativas, particularmente en el Bachillerato, «distrae la atención de materias instrumentales».

Por este motivo, el Gobierno quiere poner el énfasis en las materias que además se evalúan en las pruebas internacionales, como PISA (que precisamente el próximo año 2013 revisará sus datos).

La idea del Gobierno, «irrenunciable» además, sigue siendo la de adelantar la edad de elección de los itinerarios académicos, «para que los alumnos puedan desarrollar todo su potencial y su talento», según indicó la responsable ministerial. Así que ya no sólo cuarto de la ESO se convertirá en un curso «puente» hacia la FP o el Bachillerato, una de las primeras ideas que se dieron a conocer, sino que los alumnos que lo deseen ya podrán adelantar de forma «tímida» el camino hacia la FP desde tercero de Secundaria, a través de la elección de asignaturas optativas. En este curso existe en la actualidad una variedad de opciones y combinación de asignaturas que no coinciden con ninguna vía hacia FP o Bachillerato. El último curso de la ESO, no obstante, tendrá «pasarelas» para que los alumnos que consideren que se han equivocado en la elección inicial puedan cambiar de idea.

Del mismo modo, la reforma contempla un programa de mejora del aprendizaje y rendimiento en segundo y tercero de la ESO. También habrá evaluaciones nacionales a final de cada etapa educativa, con una parte diseñada por las comunidades autónomas, que permitirá comparar con el mismo baremo el rendimiento de alumnos y centros.