Agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local desalojaron ayer por la tarde a dos familias de etnia gitana que habían ocupado por la mañana dos chalet vacíos de la urbanización Villas del Arenal, en la calle Daniel Blanxart, en la barriada de Intelhorce.

El desalojo se llevó a cabo sin incidentes, ante la mirada de un grupo de vecinos de la urbanización que había denunciado ante la Policía la presencia de las familias, si bien los desalojados lanzaron algunos gritos de amenaza contra los vecinos.

Los ocupantes, procedentes al parecer de Murcia y con lazos familiares, habían llegado por la mañana y para entrar en las viviendas tuvieron que romper los candados y cerraduras que los vecinos de la urbanización habían colocado en las viviendas vacías para evitar su ocupación ilegal, para lo que llegaron con un cerrajero que se ocupó igualmente de colocar nuevas cerraduras, según el testimonio de varios vecinos.

La presencia de las dos familias alertó al vecindario de la urbanización por lo que, a través de la asociación de vecinos, se reclamó la presencia de la Policia Nacional y de la Local. Fue ésta última la que se hizo cargo del asunto y tras recabar toda la información necesaria, se presentó poco después de las 17.30 horas con una dotación formada por cuatro vehículos y sus ocupantes que conminaron a las dos familias a desalojar las viviendas para lo que le concedieron un tiempo prudencial.

Segunda ocasión. Los ocupantes no opusieron resistencia y una hora después habían recogido sus pertenencias y abandonado los chalés, partiendo en sus vehículos sin que los agentes realizaran ningún tipo de detención. Paralelamente a la reclamación de la presencia policial, los vecinos se pusieron en contacto con la entidad financiera propietaria de las viviendas desocupadas, que según los residentes se desentendieron del asunto.

El presidente de la asociación de vecinos, Francisco Alarcón, aclaró que «nosotros no somos racistas, pero no podemos permitir que aquí llegue alguien y le pegue dos patadas a la puerta y ocupe una vivienda que a nosotros nos está costando muchos sacrificios pagarla».

Alarcón recordó que esta es la segunda vez que un grupo de personas ocupa alguna de las viviendas que aún permanecen vacías en la urbanización.

Fue hace un año aproximadamente cuando algunas viviendas fueron ocupadas y fue la intervención de los vecinos la que obligó a los ocupantes a abandonar las casas. En aquella ocasión si se produjeron algunos incidentes y encontronazos entre las dos partes.

A primeros de junio se conoció también como un grupo de personas llevaban cerca de cuatro meses ocupando de forma ilegal un bloque completo recién terminado por un promotor privado en la calle Carboneros de la Trinidad.