Cinco grandes constructoras han mostrado interés ante la posibilidad de construir y gestionar el futuro auditorio de Málaga, lo que abriría la puerta a una colaboración público-privada que es la única posibilidad de desatascar un proyecto terminado, revisado y sólo a falta de una decisión sobre su ejecución.

Los cerca de cien millones de euros de presupuesto que tiene este proyecto dejaron su ejecución en el aire, ya que las tres administraciones comprometidas con esta infraestructura -Gobierno, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Málaga- no pasan por su mejor momento financiero. Sin embargo, el interés despertado en las principales constructoras del país podría reactivar este proyecto con una fórmula que baraja la Junta de Andalucía y que aliviaría la presión sobre los presupuestos públicos.

Sacyr, OHL, Ferrovial, FCC y Acciona ya tienen sobre la mesa la propuesta, que ha sido bien acogida y aseguraría que un hipotético concurso público para sus ejecución no quedaría desierto. Además, no se descarta que alguna otra gran constructora se sume a las posibles ofertas por construir esta infraestructura cultural.

La clave se encuentra en el modelo de construcción y gestión que baraja la administración autonómica y que permitiría la ejecución del proyecto, presupuestado en unos 100 millones de euros, a costa de fondos del concesionario. Las administraciones sólo tendrían que empezar a pagar el coste de la obra una vez que haya sido terminada, algo que no pasaría antes de cinco años y para un momento en que se espera que la situación financiera haya mejorado.

Fuentes de la Junta aseguraron que este modelo tiene la ventaja de no generar déficit a las administraciones, ya que no computa como una deuda, al ser la empresa privada quien asume el riesgo de su construcción para su posterior explotación.

Así, la devolución del coste de la obra se haría mediante un canon que se abonaría en un plazo de 20 a 25 años y a cambio de que la constructora que ejecutara el auditorio se encargue de su mantenimiento, de la gestión de sus instalaciones y de la explotación directa de algunos elementos como el aparcamiento y la restauración, con unos beneficios que se descontarían del canon.

El concurso además establecería un canon máximo anual a pagar a la concesionaria, que se rebajaría o se mantendría en función del cumplimiento con una serie de objetivos en la programación del auditorio.

Este sistema de pago adelantado por una empresa privada y el abono posterior de la administración en concepto de canon de concesión ya se ha utilizado en otras ocasiones. En el caso de Andalucía en la construcción de dos carreteras -la A-334 y la A-308-, mientras que en Galicia se está construyendo un hospital con este método y en Mallorca, la ciudad de la justicia. No obstante, requiere de un complejo pliego de condiciones del concurso que debe ser muy estudiado.