«Esto no lo tiene ni Milán», comenta Antonio López, presidente de la entidad urbanística de conservación del polígono Guadalhorce. La vieja estación de Cercanías del tren Málaga-Fuengirola, al aire libre, ha dejado paso a una instalación cubierta de aires modernos que, subraya el presidente, los malagueños «tienen que conocer» porque refuerza el carácter estratégico de esta zona industrial: a 5 kilómetros del Centro, 4 kilómetros del aeropuerto, 7 del puerto y 6 de la estación de tren María Zambrano. «Vivimos en un entorno privilegiado, habrá pocos polígonos en Europa con lo que tiene el Guadalhorce», plantea.

Y si la estación de Cercanías ya es una realidad, la entidad urbanística tiene dos proyectos en ciernes. El primero de ellos, la colocación de hitos y esculturas en los rincones más frecuentados del polígono. «Los pequeños detalles hacen que digas que es un sitio de calidad, como el asunto de las esculturas», cuenta Antonio López. Una de ellas ya tiene sitio: la entrada al polígono por la calle Herman Hesse, en una zona verde de la Junta.

El segundo proyecto es que la página web de la entidad www.poligonoguadalhorce.org ofrezca un servicio gratuito para que todos los locales en venta del polígono puedan mostrarse con una foto y el teléfono del propietario.