Eduardo Rosell, jefe de Urgencias del Clínico, no cree que la sociedad sea hipocondriaca, sino que está sobreinformada. Aún así, piensa que hay que concienciar a una población que abusa de la gratuidad del sistema público. Rosell afirma que los ajustes no han hecho mella en las urgencias del Clínico, que se mantienen con el mismo personal, aunque alerta de que en ese área sanitaria no se puede recortar.

Según han denunciado los sindicatos, los recortes en sanidad están motivando un aumento de las listas de espera y el colapso en urgencias. ¿Lo ha percibido en el Clínico?

En principio no lo estamos percibiendo, la demanda es la habitual, hay estabilidad. No hay ni ha habido colapso, sólo hay más afluencia en verano, por el turismo, y en invierno, por los casos de gripe.

¿Que patologías son las más comunes en las urgencias?

Las más comunes en urgencias suelen ser las derivadas de procesos agudos poco agresivos, traumatismos, intoxicaciones... También hay dolores torácicos como infartos, gastroenteritis en verano y en invierno aumentan las respiratorias por la gripe y sus consecuencias habituales. En cuanto a los accidentes de tráfico, hay muchos casos, en urgencias hay un circuito especial para estos casos traumatológicos. Se pasa por la sala de triaje o clasificación, se le da prioridad según el estado de gravedad, que es de uno a cinco y se le valora. Hay unas 100 urgencias traumatológicas diarias y, de éstas, quizás un 25% sean accidentes. Por ejemplo, ahora con estos días de lluvia son más frecuentes.

¿Qué cifras maneja el hospital Clínico en cuanto a atenciones?

Diariamente hacemos unas 430 y mensuales unas 13.000. Si vemos los precedentes es similar, entre 2010 y 2011 se han mantenido. De enero a junio de este año hemos tenido 71.193 pacientes. Más o menos se mantienen, tenemos un 4% menos que en 2011.

¿Qué porcentaje de personas podría evitar ir a urgencias y resolver su problema en un centro de salud?

De 100 pacientes que llegan a urgencias se ingresa a un 10%, el resto, casi un 90% podría ir a un centro de salud y se resolvería perfectamente. No siempre es necesario acudir a un hospital.

¿En qué medida se abusa de las urgencias?

Se abusa porque es un sistema público, universal, rápido y eficiente. La gente tiene que ir al centro de salud y se le da la cita a los tres días. Por eso van a urgencias del hospital, porque le hacemos una valoración en el momento. Realmente los medios de los que disponemos los hospitales no son los de un centro de salud, los nuestros son más precisos. Muchas veces vienen con fiebre de pocas horas de evolución y no sabemos qué hacer con pocas horas de evolución. Antiguamente se tomaban una aspirina y una botella de coñac y ahora van con un dolor de cabeza de unas horas. La gente ve mucha televisión, hay mucha información, la gente tiene miedo de que un proceso banal sea peligroso. Hay que concienciar a la población, que sepa que no hay que colapsar, que acuda sólo cuando vea casos necesarios. Aún así es multifactorial, puede ser educacional o por la formación personal. También hay pacientes que tienen otras patologías y que necesitan más consejos. No hay tanta hipocondría en realidad. Pero con el paro y tantos problemas acuden más. Los que tienen problemas psiquiátricos o adicciones se descompensan más. Hay hipertensos, cardiópatas y diabéticos que adquieren adicciones o costumbres poco saludables.

¿Cómo se determina la prioridad?

La prioridad se ordena según la gravedad, de uno a cinco, el triaje se aplica a todos. Si es un infarto, la atención es inmediata, va directamente al cuarto crítico al que acceden inmediatamente para que se les auxilie. También tienen la prioridad máxima los problemas neurológicos, los infartos de miocardio o los accidentes de tráfico graves. Al cabo del año, hay entre un 0,8 y un 1% de casos, en la segunda, el tiempo máximo de espera son diez minutos y son el 3% de los casos. La tres supone un 36% y es por problemas como roturas, caídas o disneas, y esperan un máximo de media hora. En el cuarto, la actuación es de una hora de espera aproximada y se trata un 25% de estos al año mientras que en el quinto, el menos grave, hay un 35% de casos. Estos son casos banales en los que se puede esperar hasta dos horas. Pueden ser personas que llegan tras una caída de hace una semana o que llevan dos meses con dolores de cabeza. Estos son los que abusan.

El Clínico es el hospital que corresponde a parte de la Costa del Sol. ¿Tratan muchas agresiones?

Suele haber un 2 ó 3% de agresiones al año del total de casos atendidos. La mayoría se deben a heridas por arma blanca o peleas.

¿Aumentan en verano?

Sí, en verano hay más por el consumo de alcohol y también porque hay más gente en la costa por el turismo.

¿Han tenido problemas a la hora de atender a inmigrantes? Después de la norma de Gobierno, que no ha aplicado la Junta, ha habido confusión.

No, en ese sentido somos permeables a todos los pacientes, sean de donde sean, no hay módulos distintos. Luego ya verá la administración si tiene que enviar alguna factura a su país. En urgencias no hay cortapisas, la sanidad es la misma para todos.

¿Ha observado que los recortes hayan afectado a la calidad?

Los contratos se han mantenido tal y cual están hasta ahora. En verano se han hecho los contratos previstos, en urgencias no se puede recortar. Los funcionales se cubren, se ha mantenido todo el año.