La historia de vecinos desalojados y viviendas asoladas vuelve a repetirse. Las fuertes precipitaciones registradas durante la madrugada de ayer provocaron importantes inundaciones en toda la provincia. Sobre todo en el Valle del Guadalhorce, cuyo nivel de agua alcanzó los cinco metros, muy cerca del histórico 5,39 alcanzado en febrero de 1998. Los 2.000 vecinos de Valle de Abdalajís, por su parte, quedaron aislados durante más de seis horas por el corte de las carreteras que unen el municipio con Antequera y con Álora.

Una de las zonas más afectadas fue la barriada de Santa Amalia en Alhaurín de la Torre, donde una vez más los vecinos tuvieron que abandonar sus casas a mediodía ante la amenaza del cauce. Una veintena de casas tuvieron problemas de inundaciones, aunque sólo cuatro tuvieron que desalojar sus viviendas, que son «ilegales por estar en zona inundable», según fuentes municipales. Policía Local, Guardia Civil, Consorcio Provincial de Bomberos y Protección Civil estuvieron en la zona para controlar la situación.

En Cártama, una veintena de vecinos de la barriada de Doña Ana también tuvieron que salir de sus casas y la A-7057 que une el pueblo con Cártama Estación quedó cortada a la altura del puente de hierro, al igual que el paso inferior en la estación de tren que, aunque no estaba anegado, permanece cortado al tráfico por motivos de seguridad. Por su parte, el Ayuntamiento de Álora tuvo que cortar el suministro de agua potable en las barriadas de El Puente y Bellavista porque la crecida inundó tres de los pozos que fueron reparados tras las inundaciones del pasado 28 de septiembre. El alcalde del municipio, José Sánchez, indicó que los pozos estaban anegados de agua sucia y barro por el aumento de caudal del río y atribuyó la situación a las lluvias de la madrugada, al desembalse de los pantanos y a la falta de cauce del Guadalhorce. Aunque esta localidad de 15.000 habitantes dispone de otros dos pozos de agua, situados en El Chorro, en éstos también ha entrado agua turbia, por lo que se ha decidido cortar el suministro. Otras cincuenta viviendas de campo se encuentran aisladas en distintos puntos del municipio en zonas como La Panera, La Japrieta y El Churrete.

Ronda En la Serranía de Ronda, Arriate fue la localidad más afectada gracias a los 50 litros por metro cuadrado caídos en apenas media hora, aunque cinco familias también quedaron incomunicadas en El Burgo. El agua provocó el taponamiento de los conductos de aguas pluviales y los saneamientos en el paraje de la Ura, donde el desbordamiento de un arroyo causó daños en una veintena de viviendas y varios garajes de la zona. También se vieron afectados una decena de vehículos, que fueron arrastrados por la riada. «La noche ha sido muy movida. No hemos conseguido pegar ojo», decía Miguel Cintado, vecino de la calle Arroyo de la China, que fue la zona más afectada. «El arroyo se ha atorado y ha volcado toda el agua hacia las viviendas, convirtiendo la calle en un mar de agua. Luego, todo se ha llenado de barro», señaló cariacontecido.

Antequera se puso en alerta tras los primeros cortes de carretera a primera hora de la mañana. Los vecinos del Valle de Abdalajís quedaron incomunicados durante más de seis horas por los desprendimientos y desbordamientos del río. Pasadas las dos de la tarde abrió el paso de la carretera. Las precipitaciones en esta localidad superaron los 60 litros por metro cuadrado que inundaron varias casas de la calle del Viento y en la calle Peligro.

Casi una docena de vecinos comenzaron a achicar agua desde primera hora del día. Isabel y sus vecinos denunciaban que ya era la segunda vez que ocurría tras la riada del 28 de septiembre. «Hay que arreglar la zona de arriba porque las casas dan al monte y todo el agua se viene para las viviendas», explicaron.

La peor parte se la llevó la casa de Pepa Caballero. Antes de las nueve de la mañana, tras escuchar un ruido muy fuerte, salió del baño y parte del muro de la parcela de al lado había caído sobre su cocina llevándose por delante todos los electrodomésticos. «Porque he ido a ducharme un poco antes de empezar la faena en la cocina si no me pilla allí», explicó asustada. La lluvia también provocó problemas en Archidona, donde se mantuvo cortada durante todo el día la A-7202 que une el municipio con Villanueva del Trabuco, y en el vial A-7282 que lo conecta con Antequera y los accesos a la localidad de Villanueva de Tapia y Villanueva de Algaidas.

Costa del Sol La zona occidental de la Costa del Sol también se vio afectada por las precipitaciones. En Mijas, los vecinos de las viviendas sociales de Molino de Viento estuvieron varias horas apercibidos de desalojo debido a la crecida del río Fuengirola. No obstante, la estación meteorológica de Mijas Pueblo registró hasta 52 litros por metro cuadrado y ese agua fue a parar en su mayor parte hasta el cauce del río Fuengirola.

Finalmente, todo quedó en una amenaza. En la urbanización Mijas Golf, un garaje de un edificio de la avenida de Suecia resultó anegado a primera hora de la mañana, aunque los operarios municipales subsanaron el problema. En el Club La Costa, las fuertes precipitaciones provocaron la explosión de uno de los transformadores del complejo hotelero, que tuvo que abastecerse con generadores durante gran parte de la mañana para proveer de luz, agua y teléfono en una parte del recinto. En Fuengirola, donde se registraron casi 25 litros por metro cuadrado, apenas provocó consecuencias.