El delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Javier Carnero, responsabilizó en buena parte al Ayuntamiento por el desbordamiento de los arroyos urbanos de Málaga durante la tromba de agua del pasado sábado, a causa de que la red municipal de agua de lluvia vierte en los arroyos.

Javier Carnero aseguró a La Opinión que la tromba de agua se produjo en dos horas, «cuando cayeron 130 litros por metro cuadrados y todas las pluviales van a esos arroyos». En este sentido, recalcó que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, «está sacando partido de la situación, pero sus pluviales ayudaron bastante, por no decir que la mayoría de esta situación».

Las críticas de Carnero coincidieron ayer con las de los vecinos del Limonar a la Junta de Andalucía, y en concreto a la Agencia Andaluza del Agua, por no tomar medidas en el arroyo de la Caleta, a la altura de la urbanización Pinos del Limonar, a pesar de que el pasado 30 de octubre denunciaron en La Opinión que a la altura de la urbanización Pinos del Limonar el cauce se encontraba totalmente copado por matas y árboles, muchos de ellos de gran porte, hasta el punto de que para visitar la zona el periódico necesitó de la ayuda de un senderista.

En ese reportaje, Javier Carnero respondía que «en el que caso de que (el arroyo) fuera nuestro mandaríamos a los técnicos para que el arroyo de la Caleta esté dentro de la previsión de limpieza de cauces». También habló la concejala de Servicios Operativos, Teresa Porras quien subrayó que la retirada de maleza y árboles de los arroyos «es competencia de la Junta».

Ayer, el presidente de la asociación de vecinos de Gibralfaro y Limonar, Manuel Vázquez, fue muy duro por la falta de respuesta de la Junta. «Lo que ha hecho la Agencia Andaluza del Agua en estas dos semanas es tomarse un par de platos de jamón de jabugo, tienen muy poca vergüenza, no han hecho nada». El presidente recalcó que en esa zona concreta del arroyo no ha estado nunca personal de este organismo, la antigua Confederación Hidrográfica del Sur y recordó que los vecinos «hemos pedido 500 veces» que además rebajen el cauce.

Pedro Fernández, vecino de Pinos del Limonar y el senderista que acompañó a La Opinión, dijo no haber visto «nunca» máquinas en esta parte del Limonar. «Esta gente pasa dos pueblos de nosotros», recalcó, al tiempo que destacó que la vegetación «hizo represa y reventó por el puente» (de la calle La Era, junto al parque de Bomberos), lo que obligó a cortar «la comunicación con la autovía».

El delegado de Medio Ambiente respondió asegurando que aunque entiende «que los vecinos puedan estar molestos», «no se creó ninguna represa en ningún arroyo de Málaga».

Javier Carnero declaró que la Junta ha invertido «más de 600.000 euros» en limpieza de arroyos en el periodo 2011-2012 en la capital y confirmó que la Junta intentará ayudar «en lo que pueda», aunque precisó que la obligación legal de la administración «es mantener la ocupación hídrica de los arroyos, que tienen que quedar con vegetación normal». Para los vecinos, el bosque formado desde hace años en ese tramo del cauce excede toda normalidad.

Críticas de los polígonos. Por otro lado, la Asociación de Polígonos Industriales de Málaga (Apoma) expresó ayer que los daños causados por las inundaciones «podrían haberse evitado si los arroyos hubiesen estado limpios», manifestó el presidente de esta asociación, Sergio Cuberos.

«Llevamos más de un año avisando de que esto podía ocurrir si no se ejecutaba la limpieza de los distintos arroyos que hay en torno a los polígonos de Málaga», aseveró Cuberos, quien definió la situación vivida desde el pasado sábado como «una muerte anunciada».

IU pide un diagnóstico del saneamiento. El grupo municipal de Izquierda Unida pedirá al alcalde que se realice un diagnóstico de la red de saneamiento de la ciudad y de los arroyos que discurren por el casco urbano. Los ediles de la coalición en la capital, Eduardo Zorrilla, y Toni Morillas, visitaron ayer algunos barrios afectados por las lluvias, entre ellos algunos de la zona Este. El viceportavoz de IU, Eduardo Zorrilla, señaló que «una vez que ha pasado lo peor» es el momento de hacer un análisis profundo del estado de la red de pluviales para poder poner en marcha un plan de reforma.