La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a dos años de prisión y al pago de una multa de 1.260 euros a la subdirectora de una inmobiliaria que se quedó con el dinero que le entregaron a cuenta los compradores de trece viviendas. En total, deberá indemnizar a los afectados en 87.240 euros más los intereses y pagar las costas de todo el proceso judicial.

Según consta en el apartado de hechos probados de la sentencia, la mujer era empleada y subdirectora de una inmobiliaria ubicada en la capital, y entre marzo de 2007 y septiembre de 2009, «realizó operaciones de compraventa de viviendas cuyos propietarios le habían encomendado la venta, por un precio inferior al dueño de la casa, sin que las cantidades recibidas por la sociedad como parte del precio fueran aplicadas a esas finalidades, ni tampoco fueron devueltas cuando las requirieron los afectados».

En concreto, hay trece afectados y las sumas entregadas oscilan entre los 500 y los 20.000 euros, aunque la mayor parte de ellos dio más de un millón de las antiguas pesetas. Todos ellos estaban interesados en adquirir pisos en la capital de la Costa del Sol.

La Sala también afirma que la procesada también hizo suyas «las cantidades que percibía de los adquirentes de las casas como entregas a cuenta del precio y que deberían haberse satisfecho a los propietarios de las mismas, o retenía y hacía suya las sumas entregadas en el mismo concepto y que debían restituirse después de que las operaciones inmobiliarias resultaran, finalmente, fallidas».

La mujer acusada, destaca la Sala, gestionaba con los compradores las compraventas, recibía de los afectados las señales y los atendía. «Les daba explicaciones que no se correspondían con la realidad, puesto que las cantidades no se entregaban a los vendedores, ni en otras ocasiones efectuaban los trámites para la obtención de los préstamos hipotecarios», explica el tribunal.

Es más, luego «les iba dando largas, o no la podían localizar en la inmobiliaria, sin que finalmente se haya devuelto cantidad alguna de las recibidas». Incluso, llegó a concertar compraventas de un mismo piso con varios compradores, a pesar de que sabía que ya se había vendido. El letrado argumentó que en este caso se han producido dilaciones indebidas, lo que rechazó la Sala. La mujer, en todo caso, se declaró insolvente, por lo que la devolución de las indemnizaciones será complicada, cuando no imposible.