Entre las curiosidades del primer Festival Español de Nueva Iberia, organizado por la asociación española de esta ciudad de Luisiana, uno de los platos fuertes fue la actividad Correr los toros, un remedo de los sanfermines en el que, comenta José Manuel de Molina, «numerosos participantes vistieron camisetas blancas con pañuelos rojos impresos en la misma camiseta y algunos de ellos llevaban cuernos porque el humor allí no se pierde nunca». Fue por tanto una carrera evocadora de los sanfermines, con unos cien mozos, pero sin toros a la vista.

Además, para los niños se montó un recorrido a modo de un trivial con preguntas sobre James Lee Burke, un escritor norteamericano de suspense, nacido en Nueva Iberia. En una de las fotos del reportaje, Gladis, una profesora de español vestida de gitana, esperaba en una de las estaciones del recorrido para formular preguntas a los participantes.

Otra de las actividades más llamativas fue un concurso de paellas en el que la mujer de José Manuel, fuera de concurso, hizo una paella que fue bautizada por los neoiberienses como la paella queen.

En cuanto a cómo cocinan la paella por esos lares, el historiador malagueño explica que «tienden a echarle salchichas y sobre todo mucho tabasco». José Manuel cuenta que la famosa botellita roja de tabasco que se consume en medio mundo está hecha en Avery Island, que se encuentra dentro de la parroquia de Iberia, que aglutina otras poblaciones, además de Nueva Iberia.

El festival también contó con la actuación en el Teatro Sliman de Roddy Romero, descendiente de malagueños, que estuvo acompañado por la Hub City All-Stars.

Además, Alhaurín de la Torre contribuyó con una completa exposición sobre la Semana Santa, en la que pudo verse uno de los apóstoles de El Paso, la centenaria tradición, recuperada en 2010, de representar la Pasión de Jesús con vecinos ataviados de apóstoles y las caras cubiertas con carátulas.