La fidelización del paciente, la honestidad del centro médico y la facilidad para acceder a un tratamiento médico se erigen como principales motivos por los que los usuarios optan por la sanidad privada frente a la pública, según se desprende del desayuno-coloquio organizado por La Opinión de Málaga con los representantes de distintos centros sanitarios privados de la provincia.

A este asistieron Tomás Piñeiro, director médico de Hospiten Estepona, José Manuel García Verdugo, director médico de la Clínica Buchinger, José Luis y Gonzalo Gross de Betancourt, gerentes de Gross dentistas, Claudio Priore, director de unidades de los centros ABB Andalucía y Pedro Bonal Ruiz, director médico de la Clínica Bonal.

Una de las principales conclusiones del foro fue apostar por el trato de calidad a los pacientes. Todos los asistentes, de clínicas y centros privados, coincidieron en afirmar que la honestidad con el usuario es fundamental para que repita en el servicio o lo recomiende a un conocido.

De hecho, todos apostaron por la importancia del boca a boca y de la difusión de los clientes, puesto que consideraron que la mejor publicidad es la que un paciente puede hacer de un buen servicio.

De este modo, todos ellos apostaron por crear un trato exclusivo y personal para unos pacientes que así lo demandan. De este modo, Tomás Piñeiro incidió en la necesidad de ofrecer los productos que demande el usuario. «Conforme vemos la demanda se cubren las áreas requeridas. La cirugía cada vez es menos invasiva y más compleja porque el paciente quiere estancias cortas», señaló. Por eso, recordaron que hace años quienes no trabajaban en el sector privado lo demonizaban insistiendo en que se alargaba la hospitalización para que el paciente gastara más dinero.

El director médico de Hospiten Estepona señaló que derivar pacientes a técnicas concretas les fideliza, al tiempo que el director médico de Clínica Bonal destacó la necesidad de ofrecer todo tipo de servicios. «Hay que trabajar las distintas técnicas», señaló, al tiempo que destacó la importancia de ofrecer productos para dar lugar a la sinergia de servicios. Así, Gonzalo Gross destacó que en su sector, el odontológico, están obligados a ofertar todo en materia bucodental para que el paciente no necesite acudir a otra empresa. Por su parte, el director médico de Buchinger insistió en la honestidad. «El paciente no perdona el mercantilismo. Hace un tiempo se puso en contacto con nosotros un señor para que su mujer hiciera ayuno terapéutico. Le dijimos que no porque no estaba indicado por su salud y poco después vino y dijo que lo hacía porque nos veía serios, porque le habíamos rechazado», contó. Y es que como dijo el gerente de Gross Dentistas, «aunque somos empresas no dejamos de ser médicos. Parte del sector está montado por empresarios y no por médicos. Es un error».

«Nosotros tratamos otras cuestiones como la honestidad. Si algo no funciona o no lo tenemos, facilitamos la derivación a otro sitio, eso lo fideliza», explicó Claudio Priore. El director de unidades de los centros ABB Andalucía señaló que en su ámbito, en España, hay pocos recursos. «En nuestra área -salud mental y trastornos alimenticios- es importante que haya centros especializados. Además hay una creencia social de que en la privada no hay rentabilidad en la humanidad, pero en la pública sí. Es un error», dijo.

Todos ellos coincidieron en que la sanidad pública está mal gestionada pese a contar con un alto nivel tanto en materia humana como en la técnica. «Desde la pública se percibe que la sanidad privada va a acabar con la de Seguridad Social, pero no». «Me da mucha pena porque los profesionales están maltratados. Antes te ponías bueno viendo al médico, ahora se vende que hay que pegarles», lamentó José Manuel García Verdugo. Coincidió en el planteamiento Bonal, que consideró que se ha buscado el desprestigio «adrede». «La sanidad pública está mal gestionada, se recorta a los que más trabajan», agregó.

Por su parte, el director médico de Buchinger consideró indecente que se premie a los médicos por recetar menos. «O recetar algo más barato aunque a la paciente le vaya mal». Por eso, abogó porque los médicos de cabecera puedan volver a recetar pruebas. «Ahora se deriva al especialista para todo, esto satura los servicios y quita los derechos a estos profesionales. Se convierten en despachadores de pases», criticó.

El director médico de Hospiten Estepona manifestó que la sanidad pública, pese a contar con grandes profesionales y equipos , está mal gestionada, lo que genera ineficiencia. «Se han convertido en funcionarios y no se involucran en la gestión del hospital». «En Hospiten somos más eficientes. Es barato si se gestiona bien. Hay que darle rapidez y evitar las listas de espera, porque son un fracaso para el sistema público. Hay mucho que recortar en equipamiento, se ha despilfarrado en farmacia, debe equipararse a la privada», insistió Tomás Piñeiro.

Por eso, manifestó que un proceso en la privada cuesta un 30% menos que en la pública. «El mismo proceso cuesta más», dijo.

«Se ha estigmatizado a la sanidad privada, pero hay que recordar que todos nos hemos formado en la pública. Somos los mismos y el objetivo final es tratar bien al paciente, nos mueve dar el servicio bien, rápido y resuelto», apuntó.

Por eso todos insistieron en que la sanidad pública ha derrochado y ha gastado innecesariamente. «En el ámbito privado hay mayor control».

«Podemos competir con la pública en casi todo. Estamos al mismo nivel, solo nos diferencia que somos más accesibles, damos más calidad y dedicamos más tiempo al paciente. Un 20% de la población tiene seguros privados», dijo Piñeiro. El director médico de Clínica Bonal apostó por descargar al Estado. «Que podamos elegir entre tener seguro público o privado, como los funcionarios con Muface. Tener la libertad de poder elegir».