La Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios (Smassa) y los representantes de la plantilla han iniciado las negociaciones para un nuevo convenio colectivo con posiciones muy alejadas. La empresa, en aplicación del plan de ajuste aprobado por el Ayuntamiento, ha planteado de entrada la necesidad de que la plantilla rebaje sus actuales nóminas en un 4,7% para el año próximo. La empresa, que tiene un 49% en manos privadas, defiende la necesidad de esta rebaja a pesar de haber logrado unos beneficios en 2011 de 3,2 millones de euros y de esperar mantener unas cifras similares este año.

Por contra el comité de empresa, en representación de la plantilla de 146 personas, rechaza estas pretensiones y alega que antes que meter la tijera en el salario de sus trabajadores la empresa deber recortar los «importantes gastos» en servicios externos, que «crean duplicidad pues algunos de ellos ya se hacen por personal de la Smassa» y alcanzan un volumen muy alto ya que «suponen el 40% del capítulo de gastos de la empresa», según explicó el presidente del comité, Manuel Lima.

Lima señaló que hay contratado un servicio de mantenimiento externo, «cuando la empresa tiene su propio servicio» e incluso hay contratada una grúa privada. El comité ha evaluado que estos gastos duplicados superan los 1,7 millones de euros, algo que consideran «inaceptable» al tratarse de dinero público.

Estas contrataciones externas no han sufrido, según las previsiones del presupuesto de 2013, ningún recorte, según constata el comité.

Por ello la representación laboral ha puesto sobre la mesa de negociación que no rechazan discutir de una mengua o congelación de sus salarios, pero antes es necesario rebajar los gastos externos, «imponer el rigor en los recursos púbicos» y luego se podrían negociar los salarios.

Las negociaciones se encuentran en estos momentos en punto muerto y no parece que vayan a reanudarse hasta que el Ayuntamiento solvente el conflicto abierto con los sindicatos policiales y UGT en torno a la aplicación del plan de ajuste.