Una decisión equivocada está dejando la estatua del filósofo malagueño Salomón Ben Gabirol hecha unos zorros. Los visitantes que el pasado jueves hicieron la ruta para conocer las principales estatuas del Centro Histórico pudieron comprobar el mal estado de la parte inferior de esta escultura, realizada en 1970 por Reed Amstrong. El filósofo judío pasó de estar situado en el centro de los jardines que llevaban su nombre, como simbólica entrada a la antigua judería de Málaga -hoy ocupada en gran parte por el Museo Picasso- a verse emplazado en el lateral derecho, con motivo de la última remodelación de la zona.

Además, la estatua abandonó el pedestal y fue colocada a ras de suelo, sin identificación alguna. Tras las protestas vecinales, el Ayuntamiento colocó una placa informativa, pero la parte inferior se encuentra sucia y estropeada y es frecuente objetivo de los orines de los perros.

Ayer Mar Rubio explicó estas circunstancias a los visitantes y abogó porque la estatua de Ben Gabirol vuelva a estar a su altura, es decir, con un pedestal y si es posible, en un emplazamiento más centrado, pues hoy la obra está semioculta por las mesas y toneles de El Pimpi.

El grupo también visitó el pedestal solitario que en los Jardines de Puerta Oscura albergaba la estatua en piedra del pintor malagueño José Moreno Carbonero y que ha sido pasto de los vándalos. Se trataba de la segunda obra en Málaga del prestigioso escultor Mariano Benlliure (la otra es la estatua al marqués de Larios). Según informaron fuentes municipales, el Ayuntamiento conserva el busto pero no la cabeza. Sin embargo, la Academia de San Telmo sí guarda la obra original, que el escultor valenciano hizo en bronce.