Los extranjeros tienen la llave para abrir el sector inmobiliario y de la construcción en la Costa del Sol. La falta de créditos bancarios ha cerrado el acceso al mercado a los inversores nacionales y ahora son los grandes fondos de inversión extranjeros los que esperan su oportunidad para hacerse con urbanizaciones y grupos de vivienda en el litoral. Curiosamente, será la acción especuladora de estos inversores los que puedan absorber este stock de viviendas sin vender y reactivar la construcción.

La bajada constante de los precios del metro cuadrado ha despertado el interés de estos fondos, que cuentan con dinero líquido para invertir y no dependen de obtener los caros créditos del sistema financiero español. De hecho, el metro cuadrado es ya un 33% más barato en Málaga que hace cuatro años, una cifra que previsiblemente va a bajar aún más con la puesta en marcha del llamado «banco malo».

El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Cayetano Rengel, destacó que este «banco malo» asumirá el importante patrimonio inmobiliario que tienen «apalancado los bancos y al que no pueden darle salida». Eso supondrá una depreciación en el valor de estas propiedades para que sean atractivos al mercado y poder recuperar, al menos, una parte del valor de estas viviendas.

Curiosamente, una de las causas de que no se vendan viviendas es la falta de crédito hipotecario, que no se conceden por la gran cantidad de patrimonio inmobiliario sin vender que lastra las cuentas de las entidades financieras. Es la pescadilla que se muerde la cola.

La entrada de una inyección de capital de estos fondos de inversión tendrá un doble efecto positivo. Por un lado liberarán del lastre de invendidos a los bancos, que podrán pensar en abrir las líneas de crédito. Por otro, la necesaria rehabilitación y reforma de viviendas, previa a su salida al mercado, moverá el sector de la construcción gracias a esas reformas.

Curiosamente será esa acción especulativa de los fondos de inversión extranjeros, que están esperando que el precio del metro cuadrado toque suelo, la que animará este sector económico.

Rengel señaló que será esta demanda la que venga al rescate del sector en la costa, ya que la anunciada demanda de viviendas por parte de compradores de economías emergentes -Rusia y China- existe «pero no es importante». «Ellos no compran a cualquier precio ni sin mirar. Es difícil venderles algo porque están bien informados y además piensan que todavía van a bajar más los precios», apuntó el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria.

No obstante, Cayetano Rengel reconoció que se producen ventas a estos compradores «pero no tantas como se dice». Al menos, cuentan con capacidad inversora y fluye algo el dinero.

Por su parte, el presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial, Ricardo Arranz, señaló que la llegada de inversores rusos a la Costa del Sol incidirá de manera positiva en el sector inmobiliario, para el que augura nuevas promociones en la zona. Arranz ha afirmó a Efe que el mercado ruso está en auge, por lo que se pretende fomentar la alianza con ese país para impulsar el sector inmobiliario en el denominado Triángulo de Oro- que comprende las localidades de Marbella, Estepona y Benahavís-.

En su opinión, cuando la reserva de viviendas existente en la Costa empiece a moverse, la tendencia será empezar a hacer «nuevos productos o nuevas promociones», agregó Arranz.

Los edificios en rentabilidad, la nueva demanda inmobiliaria en la capital. El mercado inmobiliario en Málaga capital tiene sus propias peculiaridades respecto a la Costa del Sol. La demanda prima sobre la primera vivienda en un 90% de los casos, lo que permite que haya un flujo constante de compra-ventas. No obstante, aquí es donde más se aprecian los problemas para conseguir créditos hipotecarios, ya que la mayoría de los bancos son reacios a conceder créditos pese a que se cumplan con los requisitos mínimos como el respaldo de dos sueldos estables.

Estos problemas han dado lugar a la aparición de un nuevo negocio centrado en los grandes inversores y que buscan los llamados «edificios en rentabilidad». Estos inmuebles suelen estar enfocados al alquiler y se compran siempre que estén ocupados. Al contrario de lo que ocurría hace seis años, cuando se buscaban edificios vacíos, especialmente de oficinas, para especular. Ahora se piden que estén llenos, ya que no se compra el inmueble, sino el negocio que generan, según explica el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Cayetano Rengel. Éste apunta que otro de los grandes negocios que se están generando en la actualidad es la búsqueda de solares para residencias geriátricas y clínicas de medicina, que están incrementando su demanda.