Se acabaron las olas de frío. Al menos, de momento. A diferencia de otros puntos del país, la Costa del Sol disfruta en estos días de un clima morosamente primaveral, con temperaturas de récord en la península y una tendencia al alza que llegará a su máxima cota en las horas previas a la Navidad, cuando se alcanzarán, incluso, registros superiores a los 22 grados.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el buen tiempo, empañado ayer puntualmente por una cubierta de niebla, sitúa ya el promedio de la semana en una cima cinco grados más alta de lo normal. El lunes, sin ir más lejos, Vélez Málaga fue el punto de la península más cálido, con un tope de 24, únicamente superado en Canarias. Además, Coín y Álora rebasaron los 22 y las comarcas tradicionalmente más frías, hace poco visitadas por la helada, se movieron, por momentos, también cerca de los 20 grados.

Todas estas marcas, acompañadas de unas mínimas suaves, cercanas a los 12, serán pulverizadas los días 22, 23 y 24, en los que se espera que se alcance el récord de la provincia de este milenio, que en lo que se refiere a las máximas y a estas fechas es de 23,4 sobre cero.

Fausto Polvorinos, jefe del Grupo de Predicción y Vigilancia de la Aemet en Andalucía oriental, no achaca la escalada de los termómetros a ningún fenómeno excepcional y apela a la estadística del nuevo siglo: en los últimos doce años, a estas alturas de diciembre, se han superado los 22 grados hasta en nueve ocasiones. La pauta, eso sí, invita a reflexiones más amplias: «Ciertamente estamos asistiendo durante esta década a una subida de la temperatura; se están batiendo mes a mes casi todos los registros históricos de máximas de la provincia», detalla.

De momento, no se puede pensar, ni siquiera, que el invierno regresará a hurtadillas y de madrugada. De acuerdo con la Aemet, el pasado lunes el mercurio reflejaba a medianoche 16 grados, animado también por la concurrencia de una masa de aire cálido procedente del Atlántico. La provincia, a excepción de las semanas más entumecidas de noviembre, está permaneciendo este otoño al margen de los temporales que atenazan el norte de España y la parte central de Europa.

Las temperaturas de estas fiestas, casi de estampa californiana, proseguirán su ascenso hasta el 25 de diciembre. Esta vez Papá Noel tendrá que aligerar su equipaje para no sudar durante su visita a Málaga, aunque, eso sí, se irá un poco más reconciliado con la época. Esta extraña primavera de diciembre se desvanecerá a partir del día de Navidad, que será también un punto de inflexión para el tiempo, con un descenso de las máximas superior a los 5 grados. Por si fuera poco, la lluvia tampoco enturbiará en demasía los planes callejeros de esta primera mitad de las navidades.