Después de semanas de negociaciones y presiones, los médicos residentes alcanzaron ayer un acuerdo con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) aunque no por abrumadora mayoría.

A lo largo de la jornada del jueves, los 5.000 médicos votaron en sus respectivas asambleas provinciales y por la noche se reunieron de manera virtual para sumar los votos. Finalmente salió el «sí», pero muy ajustado. La fórmula planteada por el SAS de cinco horas trabajadas como si fuesen jornada ordinaria por otras cinco horas trabajadas propiamente de jornada complementaria contó con 683 votos, y en contra hubo 539. En total hubo 147 abstenciones.

Sin embargo, según fuentes de la Coordinadora Andaluza de Representantes de EIR (Careir) en Málaga, la asamblea provincial optó por el «no» por mayoría.

El acuerdo supone la desconvocatoria de la huelga indefinida que iniciaron el pasado 19 de noviembre estos profesionales, pero que permanecía suspendida desde el pasado día 5 de diciembre mientras negociaban con la Administración.

Según informó el departamento que dirige María Jesús Montero y confirmó el portavoz de Careir, Alberto Amador, los responsables de los residentes trasladaron la decisión tomada en asamblea celebrada en la noche de este pasado jueves de aceptar con el respaldo de la mayoría de este colectivo la última de las propuestas realizadas por la Administración andaluza.

En cuanto a las propuestas ya acordadas y fijadas en la reunión de ayer está la aplicación de las 37,5 horas, que se hará conforme a la legalidad, siendo las 2,5 horas de incremento de la jornada destinadas al desempeño de tareas asistenciales distribuidas en jornadas ordinarias y complementarias.

Respecto a a las horas complementarias que llevan a cabo los MIR, se acordó realizar un análisis de todas las Unidades de Gestión Clínica y, en su caso, de los servicios y unidades de forma individualizada para poder establecer y valorar si se corresponden con lo establecido en los planes de estudio y para definir un mapa autonómico de nueva aplicación que se configurará con los criterios generales ya consensuados.

Los residentes se comprometieron, además, a participar en grupos de trabajo en las distintas áreas de interés para el sistema sanitario público andaluz, como en los procesos de mejora permanente del sistema, desde la corresponsabilidad y contribución a su sostenibilidad, calidad y mayor eficiencia.

Igualmente, trabajarán en el desarrollo del Estatuto Andaluz del Residente, que se elaborará en un plazo máximo de tres meses, y recogerá todos los aspectos relevantes para este colectivo, y en el diseño de su propia formación, de manera que se garantice la perspectiva de quienes están aprendiendo dentro del sistema sanitario andaluz.

Las reivindicaciones de los residentes han sido apoyadas por el Consejo Andaluz de Colegios Médicos y por varios sindicatos, como Satse, Sindicato Médico Andaluz (SMA) o CCOO.

La aceptación de la propuesta del SAS pone fin a un conflicto de un mes y medio, que comenzó a fraguarse con la huelga de los médicos en Andalucía el 23 de octubre. Después, fueron los propios residentes los que decidieron constituirse como asociación. El nacimiento de la misma fue en Antequera el pasado 11 de octubre y poco más de un mes después ponían en marcha una huelga indefinida que duró 16 días.

Los primeros días de paro reinó el caos en los hospitales malagueños. Aumentaron las esperas, se cancelaron consultas y los adjuntos tuvieron que replanificar sus guardias.