Parece inevitable echar la vista atrás en los momentos previos a las doce campanadas. Entre los nervios, la emoción y la penúltima revisión a las uvas, para eliminar cualquier rastro de pepitas que puedan provocar un indeseado e indecoroso mal trago en mitad del ritual, aún queda tiempo para repasar lo vivido en el último año. Crear una balanza mental donde se coloca lo bueno y lo malo. La Nochevieja no deja de ser el tránsito de un mes a otro, aunque revestido de una magia difícilmente igualable. Todo un rito. Y, en esta ocasión, es el punto y final a un año maldito. La mayoría, de hecho, estará deseando pasar hoja en el calendario.

Llega 2013, que puede ser incluso peor para los supersticiosos e incondicionales de la numerología. Aunque el año que hoy despedimos también ha tenido, seguro, sus pequeñas buenas historias. O grandes, según se mire. De momento, hemos sido capaces de salir victoriosos de profecías apocalípticas que tuvieron, a más de uno, con un nudo en la garganta hasta el último minuto. Los más crédulos, en todo caso, que confiaban en los mayas como si de un dogma se tratara. Aunque poco ha faltado, porque esta provincia ha padecido incendios incontrolables e inundaciones imprevisibles. Puede que sólo haya faltado una plaga de langostas.

Para olvidar, desde luego, las imágenes de Málaga en llamas y el estado calcinado de la Sierra de Mijas, otra vez. El pánico de quienes se vieron obligados a desalojar sus casas por la cercanía del fuego. La angustia de volver y ver que lo habían perdido todo. O las escenas de la ciudad con el agua al cuello, rememorando las inundaciones de 1989 y viendo cómo, trece años después, todavía nadie ha hecho nada por evitarlo.

En 2012 todos habrán aprendido que desahucio lleva la «h» intercalada entre la «a» y la «u». Por desgracia, a fuerza de repetirse casos cada vez más dramáticos... hasta el suicidio. Hemos sabido qué son las participaciones preferentes, que la cola del paro se hace eterna y que en ella uno puede encontrarse a cualquiera. Que la tijera ha seccionado de lleno presupuestos que afectan a servicios básicos, recortando hasta en educación y sanidad, aumentando las tasas universitarias, endureciendo los requisitos académicos para mantener una beca o dando un zarpazo drástico a la investigación.

Pero entre lo malo, también ha habido sitio para cosas buenas que te cambian la vida. Nacimientos muy deseados, niñas preciosas que se convierten en tu propia vida, o enlaces matrimoniales que sellan una relación de amor estable y duradera. Y expresiones de solidaridad que hacen que te reconcilies con la humanidad. Por ejemplo, con la Gran Recogida de alimentos organizada por Bancosol el primer fin de semana de diciembre. La organización hizo acopio de toneladas de productos, superando sus mejores previsiones. Málaga se volcó en este llamamiento, un SOS para que las 55.000 personas que comen a diario gracias a la acción de Bancosol puedan tener un plato de comida, al menos, hasta el próximo mes de mayo. Más de 250.000 kilos de comida, 100.000 más de lo que esperaban.

Son tiempos difíciles en los que también Cáritas tiene que multiplicarse. La crisis, las víctimas de la crisis. El volumen de personas que precisan ayuda urgente en la provincia empieza a adquirir proporciones verdaderamente monstruosas. Cuatro años después de la caída de las subprimes, los números de Cáritas ofrecen ya una visión certera del roto inmenso provocado por las penurias de la economía.Gracias a más de 5.000 personas entre trabajadores, voluntarios, socios y donantes, la ONG de la Iglesia Católica puede poner en marcha el gran engranaje que da servicio y atiende a más de 34.700 familias necesitadas al año en la provincia. En España ya son más de un millón.

El sacrificio y la entrega denodada de tantas personas es, sin duda, una gran noticia en mitad de un sistema social que se hunde. 2012 ha sido un año de muchas lágrimas, pero seguro que muchos han llorado también de alegría. Por ejemplo, los enfermos trasplantados que han recibido una segunda oportunidad gracias a la generosidad de sus donantes. Desde que inició su actividad trasplantadora en 1978, el Hospital Regional de Málaga ha realizado 3.129 trasplantes de órganos (2.335 de riñón, 669 de hígado y 125 de pancreas), así como 1.651 de córnea y médula ósea.

Que un niño venga al mundo siempre ha de ser motivo de alegría. Y más allá de debates morales o éticos, el pasado 13 de febrero nacía en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla el segundo niño medicamento, el segundo bebé de España que permitirá salvar a su hermano de una enfermedad hematológica severa. Las células del cordón umbilical de Estrella, la recién nacida, sirvieron para poder hacerle un trasplante de médula ósea a Antonio, su hermano de 5 años, que recibía semanalmente transfusiones de sangre y su única opción de curación era un trasplante que nunca llegaba, porque no aparecían donantes compatibles. Estrella le salvó la vida y probablemente también a sus padres.

En el plano de las infraestructuras, aunque no hay dinero siquiera para que surjan nuevas ideas o propuestas, con el consabido parón, el 26 de junio, Málaga ingresó en el exclusivo y limitado club de las ciudades con aeropuertos con dos pistas operativas. Es el quinto aeródromo español con esta doble infraestructura, que le permitirá disponer de un mayor margen de crecimiento a medio y largo plazo, al tener capacidad para operar 65 vuelos a la hora, frente a los 37 actuales.

Hasta la ministra de Fomento, Ana Pastor, se desplazó a Málaga para presidir un acto de inauguración al que acudieron todas las autoridades. La segunda pista funciona a demanda y atiende el incremento de volumen de operaciones en los meses de más tráfico, julio y agosto, cerrándose a partir de septiembre. Ha supuesto una inversión de 474 millones de euros, además de 168 millones de euros en expropiaciones.

Además, desde el 12 de julio, Málaga cuenta con una nueva terminal de cruceros que está enfocada al sector del lujo y ubicada en el muelle 2, en pleno Palmeral de las Sorpresas. La llegada del velero Windsurf, perteneciente a la compañía Windstar Cruises, sirvió para que entrara en servicio. La nueva estación marítima está pensada para buques de pequeño y mediano corte, de hasta 200 metros de eslora y hasta 500 pasajeros y está dedicada fundamentalmente a escalas.

El puerto, por cierto, ha batido un récord histórico de cruceristas este año, rozando los 700.000 pasajeros recibidos en los 295 atraques. Esta cifra se acercaría a la mítica barrera del millón de pasajeros, aunque de por sí es un hito en la historia portuaria de la ciudad, batiendo ampliamente el actual registro alcanzado en 2010 con 659.123 pasajeros.

Entre las reformas de Rajoy que pueden considerarse positivas, está la nueva Ley de Costas, que concede la amnistía a 517 viviendas de El Palo, Pedregalejo y La Araña. Tantos años esperando, más de tres décadas, y por fin pueden vivir con la tranquilidad de saber que sus casas han sido legalizadas, toda vez que el Gobierno las ha salvado de la indefinición y de la piqueta, al excluirlas del dominio marítimo-terrestre y pasando a formar parte del Patrimonio del Estado.

Muy cerca de allí, en los Baños del Carmen, los vecinos están un poco más tranquilos. Y más felices. No pueden decir lo mismo los okupas que vivían en el antiguo balneario, y que fueron desalojados. En octubre, por fin, el proyecto de rehabilitación de esta zona volvió a reinventarse. La falta de dinero de las administraciones públicas para recuperar este espacio se pudo salvar por un acuerdo entre el Ayuntamiento de Málaga y la Dirección de Costas, que solicitan a la actual concesionaria del balneario que presente una alternativa para la recuperación de este entorno. Este proyecto sería financiado, casi en su totalidad, por los socios privados que, a cambio, obtendrían una extensión de la concesión por un periodo máximo de 75 años para explotar comercialmente el restaurante, el equipamiento deportivocultural previsto y un aparcamiento que se plantea paralelo a la calle Bolivia.

Jamás podrá olvidar el malaguismo el año 2012, en el que ha habido de todo, como en botica. Sin embargo, la incertidumbre del verano, los rumores, el golpe de timón en la inversión... y el adiós de jugadores emblema quedan en un segundísimo plano tras la histórica clasificación en la Liga y el paso a la fase final de la Champions League, en la que además, el equipo de Pellegrini, clave en el engranaje actual del club, se ha clasificado por la puerta grande, como primero del grupo C. Ya conoce, además, su rival en octavos. En febrero se verá las caras contra el Oporto. Isco Alarcón, ganador del Golden Boy, se ha convertido en el motor del equipo. Su progresión parece imparable e incluso ha sido convocado por Vicente del Bosque para la absoluta, aunque no llegó a disputar la Eurocopa. En su lugar,disputó con la sub21 los Juegos Olímpicos. Fue uno de los tres malagueños que estuvo en Londres, junto a la nadadora Duane Da Rocha y el lanzador de peso Borja Vivas.

España volvió a ganar la Eurocopa, celebrada en Polonia y Ucrania, y entró en la leyenda al igual que Rafa Nadal, que alzó su séptimo Roland Garrós.

Un rondeño fue caminando hasta Madrid para reivindicar un puesto de trabajo digno... y lo consiguió. Jesús Manuel Gracia, de 38 años de edad, llevaba tres años en situación de desempleo y sólo contaba con los ingresos que percibía su esposa. Por eso, se lió la manta a la cabeza, cogió el petate y se echó a andar, emprendiendo un largo camino en veintidós etapas. Un empresario del municipio madrileño de Galapagar, Luis José Ballesteros, le ofreció la contratación en un establecimiento del sector hostelero.

La suerte, además, ha sonreído a Málaga en numerosas ocasiones este año. Suele decirse que ésta llega, precisamente, a aquellos rincones más castigados por la crisis, el paro o las desgracias naturales. Puede que sea por eso por lo que la provincia ha sido agraciada con más de 40 millones de euros en premios. Una lluvia de millones verdadera entre la Lotería Nacional, la Primitiva, Bonoloto y la ONCE, que han dejado más de 150 premiados.

El 2012 también ha dejado un récord de exportaciones en la provincia, que de alguna manera ha compensado el descenso en el consumo interior; ha aumentado el espíritu emprendedor, a falta de encontrar trabajo por cuenta ajena; y la UMA ha cumplido 40 años y el PTA, 20.