­El 17 de enero se vivió una escena surrealista. Art Natura abrió las puertas de un museo vacío, sólo visitable en una sala, pero que no tenía permiso oficial para entrar. Tres horas después de inaugurarlo, dos visitantes frustrados y más periodistas que piezas expuestas, Art Natura volvió a cerrar. Fue el final del proyecto del museo de las gemas, por el que el Ayuntamiento de Málaga apostó para darle un nuevo uso a Tabacalera y que motivó una inversión cercana a los 30 millones de euros entre rehabilitación y canon abonado a la promotora.

Esa apertura en falso fue el comienzo del abrupto final del proyecto, vivido tres meses después con la silenciosa marcha de Art Natura de Tabacalera. Un día antes de que se acabara el plazo concedido por el Ayuntamiento de Málaga para el desalojo de Tabacalera, los camiones de la mudanza habían completado el traslado de los elementos pertenecientes a Royal Collections, promotora de Art Natura. Las gemas tardaron un poco más y fue a finales de septiembre cuando se hizo el último viaje de camiones blindados con las últimas piedras preciosas que permanecían custodiadas en cajas fuertes de entidades financieras de la ciudad.

Todo este proceso certificó el final del proyecto del museo de las gemas, pero no de esta historia, que sigue coleando en el ámbito judicial. El Ayuntamiento de Málaga ha interpuesto una demanda solicitando la devolución del dinero aportado a Royal Collections en concepto de canon para la puesta en marcha del museo, y que asciende a 6,3 millones de euros. Eso sin contar las demandas de Royal Collections contra el Ayuntamiento por daños y perjuicios.

Desde la marcha de la promotora de Art Natura, el Ayuntamiento está a la búsqueda de alternativas para darle uso a Tabacalera, planteando usos educativos, culturales y tecnológicos.