La Virgen de la Estrella está de estreno. En este caso es una pieza muy especial, ya que es un manto de capilla que ha sido realizado a partir de los bordados del antiguo guión de la hermandad. A esto se le suma que es una pieza que ha surgido del taller de bordado que se ha creado en la cofradía, dirigido por Salvador Oliver y que está trabajando desde el pasado mes de octubre.

El nuevo manto está bordado sobre terciopelo azul, aprovechando los apliques bordados que tenía el antiguo guión de la hermandad, que estuvo saliendo en procesión desde los años 50 hasta 2002, cuando se estrenó el nuevo guión realizado por Salvador Oliver.

Estos bordados han servido de base para el manto, confeccionado por el taller. Salvador Oliver explicó que se ha aprovechado todo, aunque algunas piezas estaban en mal estado y hubo que cambiarlas.

Con el manto de capilla, el taller se ha estrenado a lo grande, aunque no es su único trabajo. El Señor de la Humillación ha estado durante el triduo realizado la pasada semana bajo un dosel que también ha salido de sus bastidores. No obstante, en los próximos días el dosel volverá al taller para continuar con el bordado y enriquecerlo más.

Oliver destacó la gran motivación que ha encontrado en la veintena de participantes de este taller, que habitualmente se reúne los martes y jueves de 19.00 a 21.30 horas. Sin embargo, en las dos últimas semanas «han ido todos los días para terminar el manto», subrayó el bordador.

La iniciativa del taller surgió de una conversación entre Salvador Oliver y el nuevo hermano mayor, Antonio Villalba, tras su elección para el cargo. El éxito fue inmediato y cuenta con una veintena de personas trabajando en él, aunque la lista de espera es muy larga.

«Mantendremos a los que están ahora, porque mientras más tiempo lleven, mejor lo harán, pero si alguno se va, el hueco se cubrirá con gente de la lista de espera por orden de inscripción y dando prioridad a los hermanos», insistió Salvador Oliver, quien se mostró sorprendido de la gran acogida de este taller.

Los bastidores se han montado en el salón de tronos de la casa hermandad. Aunque se retirarán para la Semana Santa, se volverá durante la Pascua con un trabajo de empaque para la cofradía, como será la restauración del palio de la Virgen de la Estrella. Salvador Oliver destacó que el taller se pensó para estar tres años en activo con la idea de trabajar en el palio: «Inicialmente está previsto que se restaure una bambalina lateral por año y luego el techo de palio, pero con el entusiasmo que hay puede que se haga antes».

El hermano mayor de la cofradía destacó la implicación de Salvador Oliver y de su taller en este proyecto, ya que varios colaboradores del bordador ayudan a las clases. Antonio Villalba subrayó que en principio el taller trabajará para la hermandad «porque hay mucho que hacer» y no descarta que en el futuro se acometa el manto de la Virgen.