La investigación en torno al robo a mano armada de cuatro millones de euros en joyas en un centro comercial de Puerto Banús suma ya ocho detenidos. Además de Miguel Montes Neiro, considerado el preso común más antiguo de España que fue indultado el año pasado, y otras cinco personas arrestadas el miércoles, ayer trascendieron otros dos detenidos por su presunta relación con los hechos.

Según ha podido confirmar La Opinión de Málaga, además de Montes Neiro, entre los arrestados de los dos últimos días se encuentra uno de los tres vigilantes de seguridad que fueron encañonados y amordazados junto a otros tres operarios del establecimiento. Fuentes cercanas al caso aseguran que los investigadores lo consideran como el topo que presuntamente aportó a la banda información precisa y privilegiada sobre la seguridad en el interior del centro. En cuanto al papel que pudo tener en el asalto Montes Neiro, de 62 años, los investigadores parecen descartar su implicación directa en la escena del crimen, por lo que fuentes policiales apuntan a presuntas labores de vigilancia, logística o receptación a la hora de intentar darle salida a la mercancía sustraída. En todo caso la policía no ha encontrado joyas en su poder.

Las pesquisas policiales estaban muy avanzadas desde el primer día, aunque los investigadores dieron carrete a los sospechosos para matar dos pájaros de un tiro: localizar a todos los presuntos implicados en la trama y recuperar todas las joyas. Aunque el inventario no había concluido ayer, esta estrategia ha permitido recuperar casi todo el género en los cuatro o cinco registros realizados en otras tantas provincias andaluzas, según las fuentes. Las visitas policiales se iniciaron a las 4.00 horas de la madrugada del miércoles y se prolongaron durante toda la mañana.

El atraco se produjo la tarde del pasado 18 de noviembre, un domingo en el que el centro comercial estaba cerrado al público. Sobre las 16.00 horas, tres asaltantes que se hicieron pasar por personal de mantenimiento mostraron sus armas y redujeron a tres vigilantes y a otros tres operarios que trabajaban en el centro. Los ladrones sustrajeron el botín y se fugaron en el vehículo que uno de los vigilantes tenía junto a la puerta de servicio para bloquear la entrada. Todos permanecieron atados más de dos horas hasta que uno logró soltarse y avisar a la policía.

Hasta su salida de prisión el 15 de febrero de 2012, Montes Neiro fue considerado el preso común más antiguo de España tras llevar 36 años enlazando condenas sin delitos de sangre. El granadino llevaba desde 1976 sumando penas y protagonizó hasta ocho intentos de fuga. El último tuvo lugar en noviembre de 2009 en un permiso penitenciario para asistir al velatorio de su madre en Granada.

Montes Neiro pisó la cárcel por primera vez en 1966 para cumplir condena por los delitos de deserción militar, contra la salud pública, robo, quebrantamiento de condena, contra la seguridad del tráfico y falsificación de documento público, entre otros. El 4 de mayo de 1994 se le concedió la libertad condicional, pero volvió a prisión en febrero de 1997 por cometer nuevos delitos. El 23 de diciembre de 1996, junto con dos cómplices, retuvo a punta de pistola a dos joyeros y les robaron dinero y joyas. Fue condenado por la Audiencia Provincial de Córdoba a penas de 3 años y 6 meses, dos de cuatro años y otra de 1 año y 6 meses por los delitos de detención ilegal, robo con intimidación y tenencia ilícita de armas.

El 1 de enero de 1997, con un cómplice, retuvo a un padre y su hija haciéndose pasar por policía. Una vez en la vivienda, los amenazaron con armas para que abrieran la caja fuerte con intención de robar, pero no lo consiguieron. La Audiencia Provincial de Málaga lo condenó a dos penas de un año y otra de 2 años y 6 meses por robo en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas y detención ilegal. En 2003 se le concedió un permiso del que no regresó y estuvo fugado tres años. Según sentencias judiciales, el 21 de junio de 2006, junto con tres cómplices, amenazó con una pistola a un hombre que regresaba a su casa. Tras una campaña pública pidiendo su indulto, en la que incluso recibió el apoyo público de dirigentes de todos los partidos, logró la libertad.