Las fuerzas de seguridad han recuperado bastantes de las joyas que fueron sustraídas en un centro comercial de Marbella y han procedido a la detención de una persona más en relación con el robo, con lo que se elevan a 9 los arrestados, entre ellos el que fuera preso común más antiguo de España, Miguel Montes Neiro. La Policía ha recuperado en un cortijo de Granada alrededor de 500 piezas de joyería sustraídas en el robo.

Fuentes de la investigación han informado a Efe de que en la operación, que sigue abierta, hay ya once detenidos, entre ellos las personas que supuestamente perpetraron el robo, así como las que les encubrieron, las que les dieron apoyo y las que presuntamente recibieron el botín para después venderlo.

Según las mismas fuentes, entre las joyas recuperadas figuran relojes, anillos, colgantes y pendientes de gran valor.

Fuentes cercanas al caso han informado a Efe de que los arrestos se han practicado en Málaga, Jaén, Granada y Sevilla; que la operación sigue abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones, así como de la recuperación de parte del botín que, en conjunto, ha sido valorado en unos 4 millones de euros.

Los arrestados pasarán hoy a disposición del juzgado de instrucción de Marbella encargado del caso y la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, explicará detalles de la operación mañana en una rueda de prensa en la que se expondrán las joyas recuperadas tras el robo en El Corte Inglés de la zona de Puerto Banús.

La Policía detuvo el pasado miércoles en Mijas a Montes Neiro, de 62 años, por su presunta participación en este robo del 18 de noviembre del pasado año, nueve meses después de que saliera de la prisión de Albolote (Granada) tras indultarle el Gobierno una última condena de 13 años por robo con violencia e intimidación y detención ilegal.

El robo de noviembre se produjo cuando tres hombres entraron en el centro comercial cerrado al público, haciéndose pasar por operarios de mantenimiento y redujeron a los tres vigilantes de seguridad que custodiaban el lugar.

Los ladrones sustrajeron un botín en joyas y maniataron a otros tres operarios que trabajaban en el establecimiento, que junto a los tres vigilantes permanecieron atados durante más de dos horas hasta que uno de ellos se soltó y alertó a la Policía.

Tras el robo, los ladrones se dieron a la fuga en el coche de uno de los vigilantes amordazados, que estaba aparcado en una puerta de servicio del edificio para bloquear la entrada.

La jueza instructora decretó el secreto de las actuaciones sobre este caso.