Un vigilante de seguridad ha sido sentenciado a seis años de cárcel y a pagarle 120.651 euros de indemnización a un colega que lo sustituyó en su empresa al darle una fuerte paliza con la defensa reglamentario que propició que perdiera el ojo derecho.

Según consta en el apartado de hechos probados de la sentencia, a la que tuvo acceso este periódico, el acusado fue relevado en su puesto por una directiva dado que ésta sospechaba que estaba implicado «en la desaparición de una bomba de achique» de una obra que se efectuaba en San Pedro Alcántara. Así, el procesado fue sustituido por otro vigilante, quien explicó a la sociedad que muchos clientes se quejaron de que el encausado se ausentaba del lugar de trabajo durante sus turnos.

El tribunal considera probado que el encausado llegó a la obra, ubicada en el núcleo marbellí de San Pedro Alcántara, a las 4.30 horas del 11 de febrero de 2011. Iba vestido de negro, con un pasamontañas que le tapaba la cara y guantes del mismo color, «armado con la defensa que forma parte de la dotación de su equipación laboral», afirma el tribunal.

El acusado esperó a que su colega iniciara la ronda, y lo sorprendió, «golpeándole con la porra varias veces en la cara, al tiempo que le rociaba con spray de pimienta». Es más, le hacía gestos de que se tirara al suelo, sin «pronunciar palabra alguna». Al tiempo, dice la Audiencia Provincial, continuaba dándole «fuertes y reiterados golpes en la cara con la defensa». Finalmente, el agredido quedó tendido en el suelo.

El asaltante cogió el manojo de llaves de los almacenes y casetas de la obra, «y trató de forma infructuosa de abrir una de las casetas, donde se guardaba la documentación de la construcción». No lo consiguió, y se volvió hacia el vigilante, que se había incorporado, volviendo a indicarle que se tirara al suelo. Se marchó de la zona llevándose la defensa de seguridad del agredido y las llaves de un coche.

El agredido sufrió un traumatismo craneoencefálico, el estallido del globo ocular derecho, contusiones en el ojo izquierdo y erosiones en la mejilla. En concreto, invirtió 129 días en su curación, siete de ellos en el hospital. «Todo ello le ha ocasionado secuelas consistentes en ablación del globo ocular derecho y un perjuicio estético importante», indica la Audiencia.

Cuando se registró el coche con el que el agresor se desplazó a la obra, se encontró la defensa negra de 50 centímetros, dos guantes de cuero negro, spray y las llaves del perjudicado, amén de una bolsa de plástico blanca con colgantes de bisutería, un anillo de plata y un reloj. Ha sido absuelto de un robo violento, pero se le condena por las lesiones a los seis años de cárcel y a la indemnización de 121.651 euros.