Reunión en Turismo Andaluz

El tranvía, contra todos

Recelos, desconfianza y pocos apoyos al metro en superficie por la Alameda Principal entre los colectivos

Representantes de asociaciones y colectivos, en el encuentro.

Representantes de asociaciones y colectivos, en el encuentro. / Arciniega

MIGUEL FERRARY

La Consejería de Fomento tiene ante sí un hueso duro de roer si quiere movilizar a la ciudad a favor del tranvía por la Alameda y el Parque. Así lo pudo comprobar ayer el viceconsejero de Fomento, José Antonio García Cebrián, que se reunió con cerca de un centenar de asociaciones y colectivos de la ciudad para exponerle sus argumentos a favor del trazado en superficie.

«Estoy dispuesto a reunirme las ocasiones que haga falta, en esto no tengo prisa e iré a las asociaciones una a una», aseguró García Cebrián al final de la reunión, que duró dos horas y veinte minutos. Dieciséis preguntas se pusieron sobre la mesa en el encuentro, la mayoría de ellas acompañadas de un apoyo explícito al metro soterrado, cuando no de crítica directa al tranvía.

Uno de los primeros aspectos que se planteó es por qué se quiere cambiar ahora el proyecto que se aprobó soterrado y los retrasos acumulados en la obra, que tras diez años todavía no ha concluido y sigue el debate abierto. Además, casi desde el principio se planteó entre los asistentes la sorpresa por la elección del tranvía que ha hecho la Consejería de Fomento, ya que consideran que es más lento y peligroso al compartir el mismo espacio con el peatón.

Así lo plantearon Juan Antonio Fernández Arribas, de la Academia Malagueña de Ciencias; y Antonio Fuentes, de la Federación de Vecinos Cívilis. En el primer caso apuntó que la comparativa con otras ciudades europeas no es válida porque «tienen más amplitud de calles» e insistió en que al menos llegara a la plaza de la Marina. Fuentes, por su parte, recordó los casos del tranvía de Vélez Málaga y Jaén, apuntando los problemas de seguridad y de gestión que han ocasionado. Defendió el uso de la tuneladora y aseguró que al circular en superficie «tendrá que reducir la velocidad y la gente lo que quiere es llegar lo antes posible a su destino».

José Mauri, de la Asociación de Vecinos Carmen-Perchel; Andrés Jiménez, de la Asociación de Vecinos Torrijos; Antonio Pérez, de Parque del Mar; y Juan Campoy, de la Federación Unidad; criticaron lo que consideran que es un problema político de falta de acuerdo con el Ayuntamiento, aunque reiteraron su apoyo al soterramiento desde el año 2003. Además, acusaron a la Consejería de Fomento de proponer el tranvía por la necesidad de devolver el crédito para construir el metro y no arriesgarse a una demanda de la concesionaria, no porque sea mejor opción.

El representante del comité de empresa de la EMT, José Antonio Vázquez, aprovechó para plantear sus dudas sobre el futuro de los trabajadores de la empresa de transporte una vez que el metro empiece a funcionar. La accesibilidad de los vagones y estaciones, la posibilidad de meter bicicletas y el coste de la obra, fueron otros asuntos que salieron a relucir en el encuentro.

El viceconsejero de Fomento defendió la opción del tranvía como mucho más segura «que los 40.000 vehículos que cruzan diariamente la Alameda» y destacó que en otras ciudades circulan con normalidad sin que se produzcan accidentes.

García Cebrián planteó además el miedo a los retrasos que ocasiona la construcción del túnel bajo la Alameda, con un plazo de ejecución mínimo de 36 meses para hacer la galería y otros 12 meses más para la infraestructura «si no hay retrasos». En este punto, reconoció que durante los nueve años de desarrollo de este proyecto los principales retrasos son achacables a los problemas que han surgido durante las obras.

El segundo de la Consejería de Fomento destacó que el tranvía es la mejor forma de cumplir el contrato «con el Ayuntamiento, la concesionaria y los bancos» y, por la misma inversión «llegamos hasta El Palo, aportando certidumbre temporal». Sobre el futuro de la EMT, reiteró su compromiso por estudiar con el Ayuntamiento la integración del sistema de autobuses «para mantener el empleo».

Antes de esta reunión, por la mañana, el director general de Movilidad de la Junta, José Luis Ordóñez, desató una polémica al defender las ventajas del metro en superficie asegurando que «las personas no son topos y les gusta ir por la superficie». La secretaria general del PP de Málaga, Margarita del Cid, tildó de ridículo este argumento y preguntó a Ordóñez si considera que los habitantes de las ciudades con metro soterrado «son topos a los que les gusta ir bajo tierra».

Una parada más y la rampa junto a Hacienda. El viceconsejero de Fomento, José Antonio García Cebrián, explicó a los representantes vecinales y sociales la propuesta tranviaria que plantean para la Alameda y el Parque. Su intervención tuvo dos ejes principales. El primero fue mostrar que esta solución es compatible con el tránsito peatonal y habitual en otras ciudades europeas. El segundo punto fue detallar algunos aspectos del proyecto, que poco a poco se va desvelando. Así, la rampa de salida del metro comenzaría a la altura de El Corte Inglés y el metro cruzaría el Guadalmedina en superficie. Además, asegura que el modelo de tranvía también permite incrementar el número de paradas, proponiendo una nueva frente al Ayuntamiento de Málaga, que se sumaría a las previstas en la plaza de la Marina y La Malagueta. García Cebrián destacó que esta opción asegura la ejecución del tramo para el año 2015, sin miedo a retrasos.

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