Corrían los años 30 cuando aquel pueblo de pescadores y playas solitarias comenzaba a ser frecuentado por artistas e intelectuales de la época, entre ellos Luis Cernuda, que se alojó en la Residencia Santa Clara, regentada por el primer hotelero del lugar, Don Míster. Dalí y su mujer Gala alquilaron una casa cuyos muros estallaban de cal junto a la playa y su visita al sur ofreció la imagen de una joven Gala con los pechos al aire, el primer desnudo que dio la vuelta al mundo entero. Carlota Alessandri no era profeta pero ya lo predijo al comprar un pequeño cortijo en 1934 y responder al torero que se lo compró por 100.000 pesetas que sembraría turistas. Torremolinos despertaba.

Se trata del origen de la Costa del Sol, un grato paseo por la historia del litoral malagueño que el periodista Juan de Dios Mellado inmortaliza a lo largo de más de 300 páginas en Historia de la Costa del Sol, un libro repleto de historias humanas que residen en dicho lugar gracias a un concienciado ejercicio periodístico.

Decenas de personajes y anécdotas escriben la historia de la Costa del Sol, una apuesta que hace poco más de 50 años supuso algo arriesgado que solo alimentaba el sueño de algunos empresarios arriesgados. Como bien detalló el artífice de este libro, sobre el origen del nombre de la marca ya consolidada planean varias teorías que se engloban en el Algarve portugués e incluso en un hotelero alemán afincado en Almería Rudolfo Lussnigg que inició una campaña de promoción de su establecimiento, el hotel Simón, en el periódico La Crónica Meridional. Destinado a aquellos que venían a la Exposiciones universales de Barcelona y la de Sevilla del año 1929 citaba a Almería, Granada y Málaga como provincia integrantes de lo que él llamó la Costa del Sol.

Época dorada de la Costa del Sol

Un discreto Frank Sinatra o nombres tan sonoros como Ava Gadner, Claudia Cardinale o Brigitte Bardo se alojaron en el Hotel Pez Espada, el primer establecimiento de cinco estrellas que se asentó en el lugar y que, como bien describe Mellado, se convertiría en el «buque insignia», del apeadero hollywoodiense que pasaría a ser Torremolinos, tras su apertura en el año 1959. La década de los 60 marcó el inicio de los primeros turistas de Europa del norte y sus modas; una imagen que contrastaba con el clima franquistas que se vivía en España.

Los años de oro se remontan a la década de los 70 que convirtieron al lugar en «la mejor zona turística de España». El turismo residencial, los hoteles y los campos de golf se consolidaron como la seña de identidad del lugar. Pero si el clima y la playa son el principal reclamo del día, la noche poco a poco ganó protagonismo y el mundo de la farándula nacional encuentra en el pequeño municipio, que comenzó con las arcas en bancarrota, como el lugar ideal para dar rienda suelta a tantos años de represión. Tablaos flamencos y discotecas son el punto de diversión sin duda alguna, noches de desenfreno y locura que giraron entorno al Pasaje Begoña, cuna de encuentro para gays y travestis y un ambiente máximo de libertad que dio lugar a la revolución sexual de Torremolinos.

Marbella no tardaría en seguir los pasos de Torremolinos y se convertiría en la cumbre de la aristocracia y el glamour. Fue a finales de los 70 cuando se consolida como capital del turismo de calidad. Personajes como Norberto Goizueta y Ricardo Soriano, marqués de Ivanrey, pusieron los cimientos.

Los escándalos urbanísticos que seguirán a la llegada a la alcaldía de Marbella Jesús Gil son la cara amarga de todas las décadas anteriores. Como bien mencionó el autor del libro «no merecen estar en esta historia, sino en las cloacas». El inicio del siglo XXI se trata de una etapa «lamentable» y «convulsa» que alimentó portadas de medio mundo con asuntos ajenos a lo turístico.

La historia de la Costa del Sol está inacabada, relató Mellado, pero gracias a los empresarios, promotores y todos aquellos que lucharon por construir lo que entonces solo era el sueño de algunos atrevidos se ha conseguido consagrar el destino. Todos ellos recibieron el agradecimiento de Juan de Dios Mellado, así como los que han participado en la elaboración de este documento.

Un centenar de personas asistieron al acto, la mayoría periodistas, empresarios y hoteleros que de una u otra forma son parte de la historia de la Costa del Sol y del libro. También acudieron, el consejero andaluz de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, el concejal del Turismo del Ayuntamiento de Málaga, Damián Caneda; el presidente y la secretaria de la CEM, Javier González de Lara y Natalia Sánchez; además de personalidades de la cultura y la Universidad de Málaga.

@Melanie_Soler