La concejala de Economía del Ayuntamiento de Málaga, María del Mar Martín Rojo, confirmó ayer que la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que se aplica este año en las viviendas de la capital, se debe al cese de las bonificaciones potestativas que el Consistorio ha venido aplicando desde el 2008.

Martín Rojo reconoció que un 20% de las viviendas, unas 50.000, van a tener incrementos del IBI que lleguen al 20%, pero que, en todo caso «los que van a pagar este año más es porque antes habían pagado menos».

La concejala de Economía, que estuvo acompañada por el máximo responsable de Gestrisam, Juan Manuel Ruiz Galdón, recordó que a partir de 2008 se inició una revisión catastral en Málaga que suponía un incremento anual del 10 por ciento. Para paliar este incremento, el Ayuntamiento estableció unas bonificaciones potestativas.

Esas bonificaciones han supuesto un ahorro para los ciudadanos de 105 millones de euros en los últimos cuatro años. Este dinero se ha invertido para reducir ese incremento del 10 por ciento que se debería haber aplicado año tras año desde 2008.

Martín Rojo destacó que «si el Ayuntamiento hubiera aplicado la subida de un 10 por ciento anual desde 2008, esto hubiera supuesto unos ingresos de cerca de 50 millones de euros a las arcas municipales si se hubiera hecho, «cosa que en otras capitales sí se ha aplicado».

La concejala añadió que en 2013 Málaga sigue siendo la capital andaluza que tiene la cuota de IBI más baja, y que «esto no es casual, gracias a la política que se ha llevado en los últimos años y que se sigue aplicando en 2013, volcada en los asuntos sociales y primando los colectivos más desfavorecidos».

La subida hasta un 20% del recibo del IBI se dará en las viviendas más antiguas y en las que tenían un valor catastral muy bajo. La revisión catastral puesta en marcha en 2009 supuso que estas viviendas con valores catastrales bajo subieran de manera significativa, de tal manera que una vivienda con un valor catastral de unos 10.000 euros en 2008, a partir de la revisión catastral hayan pasado a valer 60.000 o 70.000 euros, con la consiguiente repercusión en la factura del IBI.

Al otro lado hay unas 25.000 viviendas, un 10% del total que, por contra, verán rebajados sus recibos un 20% e incluso más. En este caso se trata de viviendas de alto valor catastral. Igualmente entre el 25 y el 30% de viviendas también tendrán rebajas menos significativas entre el 2 y el 18%.

Según explicó Martín Rojo, la subida media del IBI este año se realiza por tramos, de manera que a las viviendas inferiores a 72.120 euros afecta de media en un 2,2 por ciento, lo que supone una subida de 3,16 euros al año. Mientras que en aquellas con un valor catastral superior a esta cifra el incremento es aproximadamente del 2,9 por ciento, lo que supone 7,72 euros anuales más.

Con todo, la revisión catastral y las subidas y bajadas que origina en las facturas del IBI suponen apenas un ligero incremento en la recaudación de este impuesto de en torno a 2,7 millones de euros, que para este año está fijada en 117,6 millones, frente a los 114,9 de 2013.