«La salud y la familia son lo primero». Estas son las dos principales razones por las que el hasta ahora presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga ha dimitido esta semana. José Sánchez Maldonado reconoció ayer a este periódico que la hipertensión que padece y por la que se medica y las violentas protestas que algunos trabajadores del puerto protagonizaron el pasado miércoles en la sede de la Autoridad Portuaria han provocado su decisión apenas ocho meses después de su nombramiento. Durante esas protestas, los trabajadores tiraron muebles por los pasillos del edificio, patearon puertas e incluso quemaron botellas de plástico por el cese de tres trabajadores con contratos eventuales y a los que no se les ha renovado por prescripción legal, según fuentes portuarias.

«No se trata de una decisión madurada durante mucho tiempo. Simplemente, la situación de estos últimos días me ha sobrepasado y no quería sufrir un episodio que afectara mi estado de salud», explicó Sánchez, en un gran alarde de sinceridad, ante «lo que hay y lo que se avecina» en torno a la situación laboral del puerto, donde se han anunciado despidos y el proceso de negociación de los sindicatos ya está abierto.

Aunque Sánchez Maldonado prefiere que sean los ciudadanos quienes hagan balance de su breve gestión, la insistencia le llevó a señalar la valla del puerto y el Muelle 1 como algunos asuntos que se han logrado desatascar. «Llegué con la vocación del servicio público y espero irme habiendo cometido los menos fallos posibles. Sólo espero que pronto se nombre a alguien que pueda afrontar los retos del puerto. Sea quien, sea le deseo mucha suerte», concluyó.

Sobre la sucesión se pronunció ayer la consejera andaluza de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, quien anunció una inminente reunión con el cesante y que la sustitución al frente de la institución se hará «de manera inmediata».

Sánchez Maldonado ya ha comunicado su renuncia al Ministerio de Fomento; al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y a la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés.

El secretario general del PSOE en Málaga, Miguel Ángel Heredia, evitó ayer hablar sobre la sucesión, que decidirá el Gobierno andaluz a propuesta del partido, pero sí valoró la figura de Sánchez Maldonado. «Quiero poner en valor su trabajo y su buen hacer. Quiero destacar su calidad humana y su trayectoria política», dijo.

Igualmente, el secretario de Política Municipal del PSOE-A, Francisco Conejo, afirmó respetar la decisión personal que ha tomado Maldonado y valoró su vocación de servicio público. «En determinadas circunstancias hay que entender y respetar una decisión en el ámbito personal», destacó. Conejo añadió que ahora toca que el Gobierno andaluz realice en breve un nuevo nombramiento para que el puerto recupere la normalidad.

El secretario de la Sección Sindical de CCOO en la Autoridad Portuaria de Málaga, José Manuel Rosa, descartó hacer una valoración sobre la dimisión por tratarse de una decisión personal, aunque sí aseguró que a los trabajadores les afecta de lleno al quedarse sin la figura del presidente como interlocutor en la incipiente negociación. La plantilla de la Autoridad Portuaria, que cuenta con unos 180 trabajadores, podría reducirse con 50 despidos tras la fuerte caída de sus tráficos de mercancías. El propio presidente de Puertos del Estado, José Llorca, ya apuntó a los puertos de Málaga, Gijón y Castellón como los recintos «con mayor endeudamiento a largo plazo y con una plantilla sobredimensionada».