Las preferentes como síntoma de una época, como símbolo de la cultura del pelotazo financiero, como referente de mala praxis bancaria. Y, a pesar de las caceroladas en los pueblos, las manifestaciones o a las caras de abuelos que lo perdieron todo porque se fiaron de su banco de siempre, lograr recuperar los ahorros de una vida es difícil, según los expertos. Tanto que la Fiscalía de Málaga sólo ha abierto diligencias de investigación penal en relación con 24 denuncias presentadas por este asunto, y eso que el Instituto Andaluz de Estudios Financieros, dirigido por Ángel Yagüe, cifra en más de mil el colectivo de afectados por estos productos bancarios en la provincia.

Este producto consiste, explica Yagüe, «en que le prestas un dinero al banco sin fecha de devolución o reintegro». «El problema es que es un producto con un riesgo altísimo desaconsejado para inversores con un perfil conservador. Es muy complejo, y se ofreció principalmente en entornos rurales a personas mayores, a gente analfabeta o muy poco versada en estos temas de tal forma que se ha podido evidenciar en muchos casos que la persona no sabía lo que firmaba», dice Yagüe.

De momento, la vía penal es la única esperanza para 24 familias que han perdido sus ahorros, aunque es difícil que prospere. Ahora, esas denuncias se han enviado a la Policía Judicial de la Policía Nacional para que uno de sus miembros efectúe un informe sobre si ve indicios de delito; si eso es así, se interpondrán las correspondientes querellas en los juzgados de instrucción correspondientes para depurar las responsabilidades.

Pero Yagüe advierte de que esto se incardinaría en un delito de estafa y para ello es necesario que se produzca con «engaño bastante» para propiciar un desplazamiento patrimonial, algo complicado si se tiene en cuenta que muchos perjudicados firmaron en varias páginas de los contratos. «Y más si se tiene en cuenta que había muchas cláusulas advirtiendo del riesgo y entra en juego la falta de diligencia del firmante», aclara.

Recuperar el dinero requiere desde luego lucha y denuncia social. Muchos han acudido a la prensa para hacerse escuchar. Pero es todo un reto que te devuelvan lo que invertiste. La mayor parte de los 700.000 afectados que hay en España adquirieron las preferentes en Caixa Galicia, Caixa Catalunya y Bankia, tres entidades nacionalizadas y participadas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Por eso, se ha arbitrado una solución arbitral de tal forma que un experto emite un laudo que tiene valor de sentencia y, casi siempre, «las familias están recuperando su dinero». El problema es que las entidades no se avienen en muchas ocasiones a que una persona vaya al arbitraje y estudian muy bien cada situación. Para determinar quién puede beneficiarse de esta vía, el Frob encarga a una multinacional un estudio personal del afectado para ver si puedes ir al laudo arbitral. Una vez allí, el perjudicado recupera lo invertido.

Otro camino que se está realizando es el canje de preferentes por acciones. «Es una deuda sin vencimiento y se quiere convertir en acciones, pero éstas no tienen ahora un gran valor», precisa Yagüe.

Lo más habitual es que los afectados acudan a la vía civil, tanto a los juzgados de lo Mercantil como a los juzgados de Primera Instancia, para tratar de que el juez declare nulo el contrato suscrito con la entidad «por vicio en el consentimiento».

En Galicia, muchos recuperaron su dinero porque la Fiscalía sí inició «un proceso y las acciones pertinentes», y en Andalucía el fiscal superior, Jesús García Calderón, tenía una idea similar que finalmente se ha quedado en nada.

«Al principio sí que alguna entidad hizo lo que tenía que hacer con nuestros representados: nos convirtió las preferentes en depósitos, que es lo que son, ya que es lo que la gente creía que estaba contratando: eso pasó en 70 u 80 casos», precisa Yagüe.

«Muchos metieron ahí sus ahorros de toda la vida y cuando quisieron sacar el dinero no pudieron hacerlo. En Málaga tenemos el 5% del total de afectados existentes en toda España, unos 700.000», precisa.

La media de dinero invertido oscila entre los 60.000 y los 90.000 euros, pero en muchos casos se han invertido más de veinte millones de las antiguas pesetas. «Muchas se colocaron en entornos rurales», precisa.

«No hay que poner todos los huevos en una cesta»

El director del Instituto Andaluz de Estudios Financieros, Ángel Yagüe, recomienda que no se concentre el riesgo financiero, sino actuar con prudencia para que no ocurra, por ejemplo, lo que sucedió con quienes invirtieron en Forum y Afinsa. «La diversificación del riesgo financiero es fundamental, no se pueden poner todos los huevos en la misma cesta», señala. Uno de los problemas que se están encontrando los preferentistas es que, aunque el principio les convirtieran el producto en depósitos, muchas entidades están en quiebra y no tienen dinero para hacer frente a esas inversiones. «¿Quién paga eso? Algunas entidades han desaparecido. ¿Lo paga el Frob? ¿Europa?», dice. Lo cierto es que la solución es compleja. Con los bancos, cautela.

@saumartin