Unos cuatro mil escolares de la provincia de Málaga en riesgo de pobreza y que se concentran en zonas de transformación social empezaron ayer a recibir desayuno, almuerzo y merienda gratis gracias al decreto de la Junta de Andalucía de medidas extraordinarias y urgentes para la lucha contra la exclusión social.

Aunque el desarrollo y la aplicación del decreto aún está por definir debido a que en pocas semanas terminan los colegios y la mayoría desconocen cómo se desarrollará, ayer varios centros docentes de la provincia empezaron a suministrar comida para que los menores se la llevaran a casa y tengan garantizada una alimentación equilibrada. Uno de los colegios donde se distribuyeron las bolsas con los alimentos fue el María de la O, ubicado en Los Asperones.

Los beneficiarios, que tienen que ser usuarios del comedor escolar, recibirán a la hora del almuerzo una bolsa con la merienda para esa tarde y otra con el desayuno del día siguiente, que podrán tomarse en casa o en la escuela.

La consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, detalló ayer que el reparto en los colegios de los desayunos y meriendas «se implantará de forma generalizada a partir de octubre o noviembre», toda vez que señaló que cuando termine el curso escolar » se continuará con esta tarea a través de los campamentos y escuelas de verano».

En una primera fase serán unos unos 11.000 los alumnos andaluces (cuatro mil en Málaga) de los colegios ubicados las Zonas de Transformación Social, alrededor de un centenar, los que se beneficien de esta medida, que cuando esté totalmente implantada» llegará a unos 48.000 niños andaluces (once mil en Málaga)» y cuenta con un presupuesto de dos millones de euros, según explicó la consejera.

Montero detalló que cuando los niños vuelvan de las vacaciones de verano «se seguirá con el ritmo de implantación progresiva para hacerlo de forma generalizada a partir de octubre o noviembre» y, por tanto, que el programa «permanezca el año próximo si los presupuestos consolidan esta línea de actuación», que «espero que sea», apostilló. En este sentido, afirmó que el presupuesto de dos millones de este año «se tendrá que incrementar en la partida del año que viene, ya que este presupuesto contemplaba la implantación progresiva y el periodo estival que coge de lleno en este segundo semestre».

Cuestionada sobre qué ocurrirá tras finalizar este curso escolar, la consejera aseguró que de lo que se trata en el momento de comenzar las vacaciones «es de poder hacer esta tarea a través de los campamentos y escuelas de verano», y que «serán las entidades de barrio u otras organizaciones no gubernamentales como Cáritas o Cruz Roja las que a través de las actividades escolares garantizarán las comidas». En este caso, precisó, «será vía subvención dirigida a estas entidades, en un epígrafe presupuestario específico que se va a destinar para que durante el verano esos lugares con prevalencia de pobreza puedan permanecer vinculados al programa».

La consejeró adelantó ayer que este programa se hará extensivo a mayores, sobre todo, «en la bonificación de los catering que actualmente existen en los centros de día».