La empresa de placas solares Isofotón presentará hoy ante el juzgado de lo Mercantil de Málaga el concurso voluntario de acreedores tras no haber podido llegar a un acuerdo con diversas entidades durante los últimos meses para refinanciar su deuda. Según explicaron diversas fuentes consultadas por este periódico, Isofotón mantiene una deuda vencida de más de 100 millones de euros entre proveedores, entidades financieras, Seguridad Social y reclamaciones de las ayudas concedidas por parte de las distintas administraciones. Isofotón rehusó ayer dar cifras o hacer valoraciones al respecto y se remitió a la información que pueda facilitar hoy, una vez presente el concurso.

En todo caso, y según explicaron fuentes cercanas a la empresa, el objetivo de Isofotón en este proceso pasaría por acordar una quita de deuda de entre el 40% y el 50% con sus principales acreedores: por un lado, las propias entidades financieras, a las que Isofotón adeuda unos 29 millones de euros, y por otro uno de sus proveedores. Un pacto con estos acreedores, que representan más de la mitad de esta deuda, podría allanar el camino de Isofotón para lograr un convenio.

No obstante, no hay que olvidar a los numerosos acreedores de cantidades más pequeñas, cuyos intereses también tendrán que ser defendidos en el proceso. El despacho Martínez Echevarría, por ejemplo, ha agrupado a una decena de acreedores con una deuda conjunta de 5 millones de euros, según señalaron fuentes del mismo.

De momento, lo que sí ha hecho Isofotón en estos últimos días ha sido apresurase a aplicar el ERE que afecta a 354 empleados, terminando ayer de notificar los despidos a los afectados y comunicándoles que no puede hacer frente a las indemnizaciones -20 días por año-, tal y como denunciaron los sindicatos CSI-F y CCOO. A los trabajadores salientes también se les adeuda la nómina del mes de mayo.

El representante de CCOO, Juan Carlos Martín, criticó el ERE y anunció que interpondrá acciones legales ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), ya que su gabinete jurídico y económico ha detectado que en la documentación entregada «hay presuntas irregularidades entre las distintas empresas que forman el grupo empresarial al que pertenece Isofotón, donde se demuestra que en algunos casos hay pagos de 100.000 euros entre las mismas, un hecho que confirma una supuesta descapitalización de este grupo en detrimento de Isofotón». Martín apuntó que los trabajadores afectados han recibido la carta de despido «con la sorpresa de que no van a poder cobrar ni la nómina del mes de mayo ni ningún tipo de indemnización» y acusó a la empresa de «jugar con el futuro de estas personas» que ahora «lo único que van a cobrar es el desempleo».

Isofotón, por su parte, admitió a este periódico de que la «falta de liquidez» que sufre en la actualidad. le impide afrontar las indemnizaciones.

Los representantes sindicales aseguraron que la plantilla está «en estado de shock» ya que los despedidos, algunos de ellos con 26 años de servicio en la empresa, «se van a la calle sin haber recibido ni un adiós». Tras la salida de los despedidos, que ya hoy no irán a trabajar, sólo quedan en la empresa 337 empleados, según apuntó el responsable de CSI-F, Miguel Ruiz. La plantilla, tras haber recibido permiso los tres últimos días, se reincorpora al trabajo, aunque Ruiz afirmó que, de momento, «no hay instrucción alguna en cuanto a tareas de producción».

Ante la insolvencia de la empresa, a los trabajadores no les queda otra que acudir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, para reclamar lo que se les adeuda.

Eso sí, según explicó ayer a este periódico un experto como el presidente del Colegio de Graduados Sociales de Málaga, Juan Fernández, para seguir esa vía esos afectados tendrán que constar como acreedores en el concurso de Isofotón, ya que la normativa establece que el Fogasa sólo responde en caso de pequeñas empresas de menos de 25 trabajadores. Los trabajadores de Isofotón tendrán que asegurarse de forma individual de que su crédito -la deuda que la empresa mantiene por ellos- aparece en el concurso y luego, con un certificado, acudir al Fogasa.

Este organismo, sin embargo, sólo cubre hasta 18.000 euros de indemnización y 120 días de salario pendiente, una cantidad, que según calcula el responsable del CSI-F, Miguel Ruiz, superan unos 50 de los 354 afectados por el ERE.

Otro hándicap es que las reclamaciones ante el Fogasa están tardando en resolverse una media de entre 5 y 8 meses, por lo que de entrada los afectados por el ERE de Isofotón afrontan el futuro inminente sólo con la prestación por desempleo.

@josevirodriguez