La esquina del puerto entre los muelles 1 y 2 ya ha iniciado su transformación en el futuro centro gourmet al que aspira Marina de la Farola, la concesionaria del Muelle Uno. Los juegos infantiles que ocupaban estos 2.000 metros cuadrados estaban ayer prácticamente desmontados, después de que el lunes comenzaran los trabajos para su traslado. El siguiente paso será instalar una tienda de alimentación de alto nivel, algo que se espera iniciar a lo largo de este mes.

La marcha de estos juegos infantiles se produce además justo en el momento en que termina el contrato con la empresa que prestaba este servicio y que tenía una duración de 18 meses. Esta coincidencia permitirá acelerar la transformación de este local del Muelle Uno, en el que ya se permite la ubicación de una tienda gourmet de alimentación, tal y como se aprobó en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria celebrado en mayo.

Los plazos que manejan la concesionaria del Muelle Uno son cortos. En este mes espera cerrar el contrato con la operadora que explotará ese local de 2.000 metros cuadrados, para el que maneja varias oferta, entre ellas la de Carrefour, la única firma que ha transcendido hasta ahora.

Una vez firmado el contrato, lo que podría completarse en los próximos días, se espera que comiencen las obras de transformación de este espacio a lo largo de junio y pueda ser inaugurado este nuevo comercio durante el verano.

Este local está llamado a convertirse en la locomotora de la zona comercial del Muelle Uno, tal y como justificó la concesionaria en su petición ante la Autoridad Portuaria. El objetivo es que esta tienda de alimentación atraiga entre un 30% y un 40% más de público al año y a distintas horas del día, según los estudios de demanda con los que cuenta Marina de la Farola. De este incremento de la afluencia de clientes se espera beneficiar a la oferta comercial del entorno, que no termina de consolidarse. Es más, está sin ocupar alrededor del 40% de los locales disponibles en el Muelle Uno para destino comercial.

El concepto que se quiere implantar en este local, de 2.000 metros cuadrados, busca combinar la venta de alimentos de mucha calidad con la venta directa para su consumo en ese mismo espacio, cambiando el proyecto que se planteó en 2010 y que fue rechazado por el puerto de Málaga al ir más en la línea de un supermercado tradicional.

La creación de empleo de este establecimiento rondaría el centenar de puestos de trabajo entre directos e indirectos y aseguraría unos 500.000 euros de ingresos anuales a la concesionaria, permitiendo una notable mejora en la viabilidad económica del Muelle Uno.

De hecho, la concesionaria había negociado con la Autoridad Portuaria un nuevo calendario de pagos para el canon anual que tiene que abonar al puerto y que ronda los 800.000 euros. Además, el puerto también aprobó recalcular el canon a finales de mayo, lo que permitió reducir la anualidad en unos 200.000 euros.

@miguelferrary