La empresa malagueña de placas fotovoltaicas Isofotón, propiedad del Grupo Affirma, presentó finalmente ayer, y tal y como tenía previsto, la solicitud de concurso voluntario de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga. El objetivo de Isofotón es llegar a un acuerdo en torno a una deuda global de 184 millones de euros con proveedores, bancos y administraciones.

Además, la firma reconoció que se enfrenta a un montante de otros 100 millones que corresponden a lo que Isofotón denomina «contingencias imprevistas y sobrevenidas» por la gestión de los anteriores propietarios, el Grupo Bergé, antes de la llegada de Affirma en 2010. En este concepto, según explicaron fuentes de la empresa, se incluye tanto la demanda que el fabricante norteamericano de polisilicio Hemlock ha interpuesto ahora en la corte de Michigan por un montante de 74 millones -por un contrato que firmó Bergé- y algunos reintegros de subvenciones de aquella que solicitan diversas administraciones. En todo caso, Isofotón aclaró que esos 100 millones sobrevenidos no se incluyen en la cuantía procesal.

Isofotón aseguró en un comunicado remitido a última hora de ayer que, pese a la entrada en concurso, está trabajando en un nuevo plan alternativo para reforzar el capital, «ya sea a través de nuevos inversores o a través de acreedores que apoyen la estrategia de la firma por medio de un canje de la deuda por acciones en la sociedad».

La empresa, que acaba de despedir a 354 trabajadores en un ERE sin pagarles indemnización por falta de liquidez, dijo que continuará desarrollando su actividad «con normalidad y haciendo frente a los compromisos contraídos con sus socios y clientes, fabricando y entregando pedidos sin interrupción». Según la compañía, el concurso busca «agilizar la reorganización de su deuda y definir en el menor plazo de tiempo posible un acuerdo factible para la gestión de su deuda». Isofotón confía en que su propuesta de negocio salga «fortalecida» y se cierre el proceso de reestructuración.

La empresa alegó para justificar su situación que en 2010 vendió 120 millones de euros con unos costes laborales de 29 millones mientras que a finales de 2012 redujo a la mitad la cifra de negocio vendiendo la misma cantidad de producción con el mismo coste laboral, «lo que es inviable para mantener un plan de negocio eficiente».

Por su parte, el presidente de Isofotón, Ángel Luis Serrano, aseguró ayer en una carta remitida a sus clientes que la empresa aplica «un plan de ajuste duro, pero en consonancia con el que están viviendo otras» del sector y está seguro de que fortalecerá su propuesta de negocio. En la misiva, recogida por Efe, confirmó el inicio del concurso voluntario de acreedores para que la empresa pueda lograr «un proyecto viable, pueda reorganizar sus deudas y mejorar su situación financiera».

Serrano explicó además que en estos días finaliza el proceso de «reajuste» laboral, decisión que califica de «difícil, pero necesaria para asegurar la viabilidad futura» de la fábrica malagueña. El máximo responsable de Isofotón se refirió a la conveniencia de «corregir el desfase entre su sobrecapacidad de producción y el descenso de la demanda para asegurar su posicionamiento como centro de I+D y referente tecnológico de la compañía». Añadió que la empresa, que sufre «las dificultades que acechan a la industria fotovoltaica mundial, cuenta con un sólido posicionamiento internacional que garantiza el futuro» del proyecto.

Respecto al concurso, Serrano dijo que tiene «la firme convicción de lograr lo antes posible un acuerdo final» que salvaguarde los intereses de sus trabajadores, acreedores y accionistas e indica que cuentan con la disposición de la mayoría de proveedores de la compañía para apoyar el proyecto y renegociar la deuda. Al respecto señaló el apoyo de la Junta de Andalucía para renovar sus avales bancarios y añadió que durante el concurso Isofotón continuará su actividad con el actual equipo gestor y directivo.

Serrano aprovechó para anunciar la producción de dos nuevos módulos en próximos meses: DUNE, adaptado a la arena, el viento y temperaturas elevadas de zonas desérticas, y C-60, con una eficiencia del 15,9% y rendimiento muy alto incluso en zonas con débil radiación solar.

El presidente habló de «mantener el negocio de Isofotón sólido, saneado y fuerte para afrontar el futuro» y rememoró que esta marca, «que inició su andadura en el nacimiento del sector, la continúa hoy cuando quedan sólo 40 empresas en todo el mundo». También subrayó que Isofotón continuará dando servicio desde las fábricas de Málaga y de Ohio (Estados Unidos).

@josevirodriguez