Antonio Montesinos, que tiene un establecimiento de comidas en la calle Granada, esquina con San Agustín, denuncia que espera desde 2010 a los técnicos de Sevillana-Endesa, que le hicieron una instalación de urgencia en la fachada, en la que en su día había procurado ocultar todos los cables. Las promesas de los técnicos de que la instalación sería temporal y que regresarían para hacer la definitiva se están haciendo esperar. El cuidado de este hostelero contrasta con el chapucero aspecto de la fachada de al lado, en primer plano. Un maremágnum de cables a pocos pasos del Museo Picasso.