La Selectividad abre o cierra puertas. Pone a prueba los conocimientos, pero también el grado de madurez de los alumnos, que se enfrentan a unas temidas pruebas que en Málaga comenzarán el próximo martes, 18 de junio, a pesar de ser fiesta. No obstante, la crisis también examina el bolsillo de estos estudiantes, o más bien el de sus familias. Y muchas de ellas tienen verdaderas dificultades para pagar las tasas que dan derecho a presentarse.

No es que sean excesivamente caras. En Andalucía, además, son más baratas que en otras comunidades autónomas y apenas si han registrado subidas significativas. Pero en algunos casos, atendiendo a la situación que padecen muchos hogares, con todos sus miembros en paro y sin subsidio o ayuda alguna, pueden suponer un esfuerzo inasumible. Las familias y los amigos se convierten en improvisados prestamistas, al cero por ciento de interés.

Hacer la Selectividad en Málaga cuesta 57,70 euros, la fase general, es decir, las troncales que tiene tienen que hacer todos los alumnos procedentes del Bachillerato. A esta cantidad habría que sumar 14,50 euros por cada una de las materias que elija el estudiante, hasta un máximo de cuatro, en la fase específica, que sirve para aumentar la nota. La mayoría sólo se examina de dos asignaturas más, ya que únicamente cuentan las dos mejores notas en la media. Es decir, que el precio ronda los 86,70 euros. Quienes forman parte de familia numerosa se benefician de un descuento del 50%. «No es caro, pero es verdad que algunas familias no pueden asumirlo», explica José Luis González Vera, director del IES Mare Nostrum, de la capital, que asegura que conoce algunos casos.

«En cualquier caso, los institutos siempre van a tratar de evitar que sus alumnos no puedan presentarse por motivos económicos y los padres se están organizando y han creado bolsas de solidaridad para ayudar a estos escolares», explica González Vera, que supone que muchas familias se han visto sorprendidas por este gasto que no esperaban, teniendo en cuenta que la capacidad de ahorro de muchas es limitado, por no decir inexistente.

El vicerrector de Estudiantes de la UMA, Juan Antonio Perles, recuerda que se trata de precios públicos que establece la Junta de Andalucía, y que son mucho más baratos que, por ejemplo, en las Islas Canarias, donde cada estudiante tiene que abonar algo más de 120 euros para hacer la Selectividad.

Pilar Triguero, representante de la Federación Democrática de Asociaciones de Padres y Madres en la provincia (Fdapa), apunta además que para hacer la Selectividad, los alumnos tienen que contar con el certificado de haber solicitado el título oficial de Bachillerato, que expide el Ministerio de Educación, por lo que también hay que pagar otros 51 euros. Es decir, que hacer la actual Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) puede representar un desembolso de unos 138 euros por cada alumno.

«Es un gasto que realizan las familias con la esperanza de dar un mejor futuro a sus hijos que puede verse aparcado, sin embargo, porque luego no puedan acceder a una beca», se queja Triguero.