Hoy lunes, 17 de junio a las 20 horas, se celebrará ante el monumento a Arturo Reyes (1863-1913), delante del hotel Málaga Palacio, en el Paseo del Parque, un acto de homenaje al escritor malagueño, famoso por sus novelas costumbristas andaluzas con motivo de los 100 años de su muerte.

Miembros de la Academia Malagueña de las Artes y las Letras Santa María de la Victoria leerán sus poemas, se hará una ofrenda floral, se impondrá una corona de laurel al busto y se entregará un cuadro conmemorativo al distrito Centro. Asistirán entre otros la concejala del Centro, Gemma del Corral, y Pepa Reyes, bisnieta del escritor.

Pepa Reyes lleva varios meses recordando a todo tipo de organismos oficiales esta efeméride, con escaso eco, aunque a última hora el área de Cultura del Ayuntamiento ha confirmado a este periódico que el departamento de Bibliotecas organizará alguna actividad, que preparará con la familia Reyes.

Los descendientes del autor de Cartucherita, sus bisnietos Pepa y Arturo Reyes, consideran que Málaga se ha olvidado de este escritor que fue muy popular en su época y ha llegado la hora de reivindicarlo. «En el centenario de su nacimiento, en los 60, se le puso una escultura, hubo un homenaje del Teatro Ara, escribió sobre él Francisco Bejarano....», recuerda Pepa, que señala que en septiembre hay una oportunidad de resarcirse cuando se cumplan 150 años de su nacimiento.

Pepa Reyes es además la depositaria del archivo de su bisabuelo, un importante legado con cartas de compañeros de letras como Galdós, Juan Valera o Azorín, lo que da una idea del ambiente literario que frecuentó.

«Contra él juega el hecho de que no se desvinculara de su ciudad, de Málaga. Fue un escritor que habría alcanzado más renombre de haberse instalado en Madrid. Era famoso entre los famosos, un escritor muy reconocido entre los escritores», resume el historiador Víctor Heredia, que considera que las instituciones pueden hacer más por recuperar su figura.

Los descendientes del escritor recuerdan que, poco antes de morir con sólo 50 años, el Ayuntamiento le había concedido una plaza de bibliotecario municipal que no llegó a ocupar. «He pedido al Ayuntamiento que le ponga su nombre a una biblioteca pública, que además se lo prometieron y el Ayuntamiento también prometió una lápida en la casa de la plaza de la Merced donde falleció», recuerda Pepa Reyes, que cree que también es hora de reeditar su obra, algo que ya hicieron el Ayuntamiento y la Diputación en los años 60. «Creo que las bibliotecas de Málaga y de la provincia se merecen tener su obra, ahora mismo sólo se puede encontrar en libros de segundo mano en internet», resalta.

También hay un terreno simbólico en el que se podría reconocer la figura y la obra de Arturo Reyes: el Cementerio de San Miguel, donde descansan sus restos.

A este respecto, José Luis Cabrera, presidente de la Asociación de Amigos del Cementerio de San Miguel, recuerda que con las obras de remodelación del camposanto se demolieron algunos nichos, entre ellos el que contenía los restos de Arturo Reyes, que han sido trasladados a otra dependencia, compartiendo espacio con los restos de otros personajes de Málaga como el arquitecto Gerónimo Cuervo o el pintor Denis Belgrano.

«Quiero aprovechar para que se haga la reubicación en un sitio con el debido homenaje de la ciudad». José Luis Cabrera propone un segundo panteón de malagueños ilustres, aprovechando que hay panteones vacíos y algunos son propiedad municipal. A la familia Reyes le parece una espléndida idea.

En septiembre de 2013 hará 150 años del nacimiento del escritor. Puede ser el momento para saldar cuentas con su memoria, sus novelas, cuentos y poesías.