No eran las cinco de la tarde como en el poema de Lorca, y el albero de las plazas de toros se tornó duro y caliente asfalto. Una vaquilla sembró el pánico al mediodía de ayer en la avenida de Europa, en la capital, cuando paseaba tranquilamente por la carretera seguida de un turismo y un autobús de línea. A las 12.01 horas, la Policía Local recibió la llamada de un vecino alertando del peligroso garbeo del animalito. Un coche camuflado de la Policía Nacional que estaba por el lugar también acudió en auxilio de la patrulla de agentes municipales que plantó cara a la vaquilla.

El animalito no se lo pensó: cuando vio cruzarse en medio de la vía al coche de la Policía Local lo embistió. Sin apenas cuernos pero con mucha voluntad, demostró que en el futuro será un digno antagonista del mejor de los toreros. Detrás, un hombre con una camiseta roja lo citó con temple y arrojo, y cuando le embistió pudo agarrar fuertemente la cabeza del torito, cayendo ambos sobre la acera. En ese momento, hasta ocho personas se precipitaron sobre la vaquilla, inmovilizándola. Entre quienes se arrojaron sobre la díscola cría de toro había dos policías locales y dos nacionales de paisano.

El edil de Seguridad, Julio Andrade, explicó que el animal se escapó de un camión que lo transportaba desde Santa Rosalía Maqueda. La puerta estaba mal cerrada, y ese descuido lo aprovechó el torito para salir a darse una vuelta. Cuando lo vieron, varios ciudadanos salieron corriendo para evitar que los embistiera. El conductor del camión era el joven que citó a la vaquilla, y ya en el suelo, agarrando fuertemente la testuz del animal, que pesaba 200 kilos, explicó que se dirigía al matadero y que se les escapó el animal.

Mientras, alguien pedía desde el tendido que esposaran a la presa. Un agente municipal resultó herido leve por una patada. Al final, embistió a cuatro automóviles en total durante su paseo matutino, que, por cierto, fue inmortalizado con un móvil por algún espectador.