La Ley de Emprendedores, una de las medidas estrella del Gobierno de Rajoy, necesita mejoras que permitan rebajar la presión fiscal sobre los autónomos y los empresarios, eliminar las trabas burocráticas y, sobre todo, facilitar el acceso a la financiación ya que, de momento, el 80% de las peticiones de crédito por parte de los jóvenes que aspiran a poner una empresa son sistemáticamente rechazadas por los bancos.

Éstas son las reflexiones expuestas ayer por la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) y por la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), que temen que la ley se quede «muy corta» en sus pretensiones si su anteproyecto no es modificado en su próxima tramitación parlamentaria. La AJE transmitió estas inquietudes en una mesa de debate organizada por este colectivo de jóvenes empresarios y a la que asistieron representantes del Gobierno, de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento y de instituciones como la Universidad de Málaga.

El presidente de la AJE, Javier Noriega, recordó que los emprendedores necesitan un «ecosistema favorable», con rebaja de las cotizaciones fiscales para poder contratar con más facilidad y mecanismos que aseguren el poder optar a créditos bancarios, al go que no se incluye en el actual anteproyecto. Noriega resaltó que Málaga es la segunda provincia de España en creación de empresas, «y necesitamos una ley que se adecúe realmente a las necesidades de los empresarios». El vicepresidente de AJE, Enrique de Hoyos, opinó que el anteproyecto de ley es «tibio» y se preguntó: «Siendo las pymes y los autónomos la base de la riqueza y el empleo de nuestra sociedad, ¿es realmente el emprendimiento una prioridad?». Por su parte, la secretaria general de la CEM, Natalia Sánchez, coincidió en que la tarifa plana propuesta para autónomos «se queda corta tanto en tiempo como en cuantía».

Por su parte, Luis Lorenzo, director provincial del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), reconoció que la Ley «llega tarde» teniendo en cuenta los años que llevamos de crisis pero dijo que «estamos a tiempo de consensuar todos los flecos», teniendo en cuenta de que se trata de un anteproyecto de ley. «Es urgente eliminar trabas así como fomentar la educación emprendedora desde pequeños, no podemos permitirnos más burbuja», apuntó. Lorenzo, en representación de la Subdelegación del Gobierno, admitió que la Ley es «mejorable» pero apuntó que en temas como la concesión de crédito por parte de los bancos la responsabilidad no es el Ejecutivo. La que sí apoyó sin reservas el proyecto del Gobierno fue la concejala del Área de Promoción Empresarial y Empleo del Ayuntamiento de Málaga, Ana Navarro, que consideró que «todas las medidas propuestas son beneficiosas para la contratación y para la creación de empleo». Navarro apuntó que «no se puede pasar de la nada al todo» en un momento, pero se mostró segura de que la Ley de Emprendedores ayudará a reducir las cifras de desempleo en la provincia.

«Héroes cotidianos» Al debate también asistieron representantes de la Junta, que reclamaron que la Ley de Emprendedores se haga en consenso con las autonomías, dado que ellas también tienen competencias en materia de autoempleo. El delegado de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, afirmó que las administraciones no pueden sustituir a los bancos «pero sí podemos compensar la falta de crédito», en alusión a las medidas adoptadas por el Ejecutivo andaluz en su decreto de medidas extraordinarias para la Creación de Empleo y el Emprendimiento, que podría traer a Málaga un volumen de hasta 37,5 millones de euros en créditos para emprendedores. La delegada de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Marta Rueda, calificó de «héroes» a los empresarios y aseguró que apoyarlos constituye hoy día la vía más factible «para generar actividad económica y empleo».

Por parte de la Universidad de Málaga, el director del Servicio de Cooperación Empresarial y Promoción de Empleo, Antonio Peñafiel, recordó los programas de fomento del emprendimiento que lleva a cabo la UMA aunque constató que aún es necesario que el profesorado «se empape de cultura emprendedora» y que fomenten la creación de empresas, sobre todo las de base tecnológica.