Poner algo de cordura legal entre los chiringuitos es como hacerlo en el lejano Oeste. O eso al menos es lo que parece desprenderse de la intervención del consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, en una comisión parlamentaria. Éste vino a decir ayer que noventa negocios playeros de la Costa del Sol siguen sin cumplir la normativa, sobre todo en dos aspectos concretos: superan la superficie máxima autorizable e incumplen las distancias mínimas que deben guardar entre ellos.

La Costa del Sol, precisó Planas, tiene una situación «especialmente compleja», al contar con muchas playas urbanas y una alta concentración de chiringuitos que en muchas ocasiones fueron autorizados conforme al ordenamiento jurídico anterior, «menos restrictivo que el actual». Éste es el caso de 90 negocios playeros de la Costa del Sol, que suponen el 40% de los que se encuentran en tramitación.

Insistió en que la Costa del Sol presenta una compleja situación dado que la mayor parte de los negocios playeros se concedieron en los años ochenta con el reglamento de Costas de la época. Muchos de estos restaurantes litorales se hallan en Fuengirola y Torremolinos.

Por ello, existe una mayor dificultad para abordar la renovación de las concesiones, ya que una parte de los chiringuitos supera la superficie máxima (150 metros cuadrados) o incumplen las distancias mínimas entre ellos (200 metros).

Para dar respuesta a este problema, la Junta dice que colabora estrechamente con los ayuntamientos y el sector, de tal forma que se está intentando llegar a acuerdos «para reconducir la situación». Ya hay 104 restaurantes que han regularizado su situación, lo que da idea de «los significativos avances» que se han logrado.

El consejero también hizo ayer referencia a la polémica suscitada con la construcción de los nuevos chiringuitos de la capital, especialmente porque no cumplían hasta ahora algunos aspectos de la normativa y, sobre todo, por el diseño, que no ha gustado a casi nadie. Éste señaló que lo que le corresponde a la Junta de Andalucía es determinar si esas construcciones se adecuan y son compatibles con la norma, «y efectivamente lo son».

Eso sí, pese a mantener una postura aparentemente distante sobre la estética de esos negocios, sí aseguró que su preferencia se aproxima bastante a la del portavoz de IU, Manuel Baena, que anteriormente los había criticado.

También incidió en que la mitad de los chiringuitos de Andalucía se encuentra en Málaga, principalmente en la Costa del Sol Occidental; el 23% se halla en Cádiz, el 10% en Huelva; el 9% en Almería y el 6% en Granada.

El consejero continuó insistiendo en que Andalucía ha duplicado el número de chiringuitos regularizados en los dos últimos años, desde que en 2011 le fueron cedidas a la Junta las competencias en la materia, y cuenta con 233 de los 712 establecimientos en esa situación, lo que supone un 32,7%.

Así, señaló el responsable de Medio Ambiente, se ha pasado de un 15,5% de chiringuitos regularizados en 2011 al 35,4% actual, porcentaje hecho sobre las solicitudes recibidas.

La mayor parte de los expedientes en tramitación, apuntó el consejero, están pendientes «por la deficitaria documentación aportada», pero destacó el avance en las concesiones como un dato «muy positivo».