El hombre acusado de matar a una mujer de 31 años con la que pasó la Nochevieja de 2011 en su casa de Fuengirola aseguró ayer que no tenía intención de que la víctima acabase falleciendo, aunque reconoce que hubo una fuerte pelea en su casa y que se marchó de ella a las tres de la mañana dejándola inconsciente en el salón.

El acusado reconoce que la conoció pocos días antes, y que la llevó a su casa. Allí, creyó que le faltaba dinero en la chaqueta tras haber comprado un mechero que ella le pidió, y al pensar que la mujer le robó se inició una discusión.

Luego, según su versión, se inició un forcejeo y ella le amenazó con «cortarle la cabeza». El acusado afirma que empezó a arrojarle cosas de un mueble cercano para llevarlo a la cocina y coger un cuchillo, por lo que él se defendió con una botella de cristal. Le dio dos o tres golpes en la cabeza, y luego ella cayó al suelo.

La fiscal sostiene en su escrito que él apretó un pañuelo que la mujer llevaba en el cuello para acabar con ella. Luego, sostuvo, el acusado salió a las tres de la mañana de casa volviendo a las siete. «Me tomé tres pastillas y dormí», dijo el encausado.

Se despertó a las siete de la mañana, y en ese momento comprobó que la mujer estaba muerta. Se fue a dar una vuelta por el paseo marítimo para pensar cómo deshacerse del cadáver, que envolvió en plásticos y una alfombra y acabó abandonando en un lugar apartado.

La Fiscalía acusa al hombre por un delito de homicidio y solicita, además de los 13 años de prisión, que indemnice a los familiares de la mujer con la cantidad de 400.000 euros. La dos acusaciones particulares, tanto la del padre de la víctima, como la de uno de los hijos de ésta, piden cada una 13 años de prisión, y una indemnización de 200.000 euros.

El juicio continúa hoy ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial.