Las playas de todo el litoral malagueño mostraron ayer su cara más sucia tras la celebración de la noche de San Juan, que sólo en la capital dejó un rastro de casi 30 toneladas de basura. Y es que, la coincidencia de la noche más mágica del año con el domingo hizo que muchos decidieran adelantar el inicio de la fiesta a la noche del sábado, circunstancia que ha obligado a los servicios de limpieza de Limasa a emplearse a fondo durante todo el fin de semana. Los restos de las hogueras, según el concejal de Medio Ambiente de Málaga, Raúl Jiménez, dejaron sobre la arena de la playa más de 22,5 toneladas de residuos entre el sábado y el domingo, y entre 5 y 7 más la noche del domingo, frente a las 17,5 toneladas que se retiraron tras la noche de San Juan de 2012 o las 7,5 toneladas habituales de un fin de semana normal.

Pero más allá de la basura, cuya recogida finalizó anoche con la retirada de la madera calcinada, las numerosas celebraciones de la noche más larga del año apenas dejaron incidencias destacables. Lo más significativo en la capital fue la detención de un menor de 17 años por presuntamente apuñalar a otro de 16 en una riña a la altura de la calle Pacífico, la asistencia a un hombre en la playa de Huelin por síntomas de ahogamiento y la localización de un niño que se había extraviado.

La noche de San Juan, que estuvo iluminada por cientos de globos de luz con pastillas de ignición que trajeron de cabeza a la policía -sólo en la capital se decomisaron 197 lamparitas-, dejó en la provincia una estela de basura de más de 29 toneladas en Torremolinos y unas 45 en Fuengirola.