La Guardia Civil ha imputado a seis personas, cuatro de ellas menores de edad, por distribuir imágenes de una niña de 13 años a través del servicio de mensajería instantánea Whatsapp y por la red social Twitter con contenido pornográfico.

El instituto armado concluyó a finales de mayo la operación Piopio con la imputación de las seis personas como supuestas autoras de delitos de distribución de pornografía infantil a través de internet y contra la intimidad y derecho a la propia imagen, según informó la Guardia Civil en un comunicado.

La investigación, llevada a cabo por el Equipo Mujer Menor (Emume), adscrito a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, se inició el pasado mes de marzo cuando una menor de 13 años interpuso una denuncia en la que manifestó que circulaban imágenes suyas que afectaban a su intimidad a través de WhatsApp y en la red social Twitter.

Los agentes se centraron en localizar estas imágenes y, una vez que comprobaron que habían sido distribuidas entre una gran cantidad de personas, muchas de ellas menores de edad, procedieron a eliminar de la circulación de internet dicho material. Además, por otro lado, se identificó a los que habían participado en la distribución del citado material por lo que se imputó a las seis personas.

El modus operandi empleado por los jóvenes implicados es conocido como sexting, que consiste en la distribución de imágenes con contenido sexual sin consentimiento de la persona afectada, rompiendo así la cadena de privacidad.

Desde la Guardia Civil recordaron que cuando los afectados son menores de edad «se entra de lleno en el campo del Código Penal al producirse un delito de posesión/distribución de pornografía infantil». En este sentido, aludieron a la «especial vulnerabilidad de estas víctimas».