La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre y a una mujer por un delito de falsificación por hacer compras de joyas, ropa y repostar gasolina con tarjetas clonadas. A la mujer se le impone 4 años de prisión por dicho delito y otros seis meses por un delito continuado de estafa, mientras que al hombre se le condena a dos de cárcel y a 360 euros por estafa.

Según la sentencia, los acusados se pusieron de acuerdo con otras personas no identificadas para «obtener un ilícito beneficio» y proporcionaron sus datos de identidad «para la confección de tarjetas que luego utilizaron para la realización de diversas compras». Los hechos tuvieron lugar en mayo de 2009. La mujer recibió una tarjeta con una numeración distinta al banco que la había emitido y con un código diferente de entidades radicadas en el extranjero. Con esta tarjeta realizó compras de joyas y ropa valoradas en unos 2.300 euros. Asimismo, el acusado recibió otra tarjeta con su nombre, pero con un código de un banco de Costa Rica. Con ella, dice la sentencia, también en un mismo día de mayo de 2009, repostó combustible varias veces, recargó saldo para un móvil y realizó otros dos cargos, todo por una suma de unos 370 euros, dinero que ha pagado por vía judicial.

A la hora de la condena, el Tribunal ha tenido en cuenta que los acusados admitieron que actuaban con otras personas que fueron las que elaboraron las tarjetas y con quienes acordaron que cada vez que utilizasen la tarjeta recibirían una cantidad de dinero.