Este es el aspecto que presenta la casa mata del número 20 de la calle Bailén, a pocos metros del mercado del mismo nombre. La basura y restos del propio chalecito se acumulan, y todo apunta a que los vecinos de la Trinidad asistirán a una pugna burocrática de larga duración ya que la porquería, aunque está a cielo abierto y apenas separada de la calle, está en terreno privado, así que habrá que localizar al propietario, pedirle que lo limpie y si no lo hace, Urbanismo lo hará de forma subsidiaria, con lo que la basura se puede acumular durante sus buenos tres años. Calculen la montaña que se formará. Crucemos los dedos para que la razón venza a la administración y Limasa lo limpie cuanto antes.